MUESTRA ACADÉMICA VIRTUAL DE LA ENPEG "LA ESMERALDA"


Crónicas de una pandemia Vol.1

Seminario Introducción a la Teoría del 4º semestre

Durante el período de confinamiento al que todos nos vimos sujetos hace cuatro meses, debido a las emergentes disposiciones de salud que se manifestaron como necesarias para prevenir los contagios del virus COVID19; lo inmediato en las instituciones educativas de todos los niveles en el mundo, se enfocó en encontrar las rutas y estrategias alternativas para continuar con los procesos educativos.

Esto ya ha sido abordado en diversos foros que han surgido para evaluar las consecuencias que esto está mostrando en todos los espacios educativos, pero fundamentalmente en los de educación superior, como es el caso de nuestra institución:

La pandemia de COVID-19 plantea un desafío al sistema socioeconómico mundial. Las medidas de “distanciamiento social” que se han tomado en el mundo y los diferentes países de la región latinoamericana para mitigar la velocidad de contagio de COVID-19 han generado una fuerte contracción económica que, entre las consecuencias más destacadas, ha galvanizado un contexto de digitalización forzada entre los diferentes sectores productivos. En el caso de la educación, el sector académico ha sido directamente afectado y forzado a  modificar  sus  mecanismos  de  pedagogía  para  adecuarse  a  los  de  la  tele-educación, buscando mantenerse en funcionamiento y sosteniendo su flujo de caja. (...) Como consecuencia de la digitalización forzada, la mayoría de las universidades han tenido que digitalizar el contenido curricular de forma acelerada y precaria, constriñendo la capacidad de planificación y dificultando los canales de comunicación efectiva.

(La educación superior en tiempos de COVID-19: Aportes de la Segunda Reunión del Diálogo Virtual con rectores de Universidades Líderes de América Latina.)




El impacto de la pandemia se venía comentando en los diversos medios medios de comunicación, pero se manifestó la urgencia de la suspensión de clases para ir al confinamiento en la Ciudad de México, hasta la segunda quincena de marzo 2020. Al inicio no se tenía claridad sobre cómo proceder, cada escuela y universidad se organizó a partir de los propios recursos de docentes y por parte de sus respectivas autoridades;  en la ENPEG "La Esmeralda" la dirección y sus colaboradores en acuerdos con los grupos de profesores se dieron a la tarea de buscar y mantener el contacto con todos los estudiantes de sus grupos y de sus procesos educativos. Había que recuperar las dinámicas de trabajo y los temas que se estaban desarrollando en presencia y migrar todo ello hacia la virtualidad de los medios digitales, en plataformas o aplicaciones que permitieran dar continuidad a los contenidos de las asignaturas, eso fortaleció a la comunidad de profesores y se compartieron experiencias, habilidades y consejos sobre cómo lograrlo.

Ahora es el momento de compartir algo de lo que nos han dejado esas experiencias, pero fundamentalmente de mostrar las diversas reflexiones que nuestros alumn@s desarrollaron, tanto en su producción de imagen como en sus escritos a partir de este extraño fenómeno que a todos ha afectado tanto en lo personal como en lo social. En este caso, en el Seminario de Introducción a la Teoría del Arte, se propuso que las teorías que sobre la Tardomodernidad y la Posmodernidad que se estaban revisando para el seminario, sirvieran de referencia para generar las reflexiones que estaban surgiendo en este largo período de confinamiento, en relación obligada con la avalancha de noticias, comentarios en redes, fakenews, notas periodísticas y científicas, y un confuso cruce de discursos de diverso origen y propósito. 

Este blog muestra una pequeña pero significativa selección de los escritos que fueron surgiendo del trabajo teórico-reflexivo de los estudiantes del Seminario Introducción a la Teoría del 4º semestre de la Licenciatura en Artes Visuales de la ENPEG, La Esmeralda. Todo ello, en medio de éste confinamiento, atravesados por todo tipo de contingencias personales, por estados anímicos muy variables y un desconcierto inicial que no permitía tomar fácil contacto con las rutinas escolares y los hábitos cotidianos. 

Esta muestra de textos expone sus posturas y diferentes modos de apropiarse de la teoría, sus habilidades de redacción son variadas así como sus formas de indagar y argumentar. Son valiosas como testimonios de esta situación, así como por el esfuerzo de darle una utilidad real a los contenidos del seminario.

Los nombres de los participantes se enlistan a continuación y se pueden buscar sus textos por la etiqueta:

Ana Lucía De Haro Alcázar. 

Alejandro Flores Guerra Romero

David Ricardo Barajas Camargo

Isaac Jozadak Villegas Galicia

Jamil Chabbán Moya

José Antonio García Arechiga

Leslie Fernanda Ortega Vallejo (Manny)

Luis Alberto García Miguel

Miranda Stephanie Couture De Troismonts

Nubia Araceli Piña Mejía

Rebeca Martínez Sánchez

Valeria Sigler Cantillo

Ximena Román López




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El papel del discurso científico y la fragilidad del discurso posmoderno durante el Covid-19


Ana Lucía De Haro Alcázar


El discurso científico en la actualidad cumple el papel que antiguamente cumplía la religión, que era el “relato o discurso” legitimador de la realidad, pues ésta daba las explicaciones últimas de por qué y para qué sucedían las cosas. Las religiones no han desaparecido, existimos muchas personas creyentes, pero el relato “global” con el que todas las naciones nos podemos entender, y que se ha vuelto un relato universal, es el relato o discurso científico.

Actualmente, existe la creencia en Occidente (aunque, veremos que en cierto porcentaje de la población mexicana no es así) de que la ciencia occidental todo lo puede resolver, cuando muchos de nuestros “avances” científicos y tecnológicos han resultado ser de lo más dañino para el ser humano. Por ejemplo, la comida transgénica que causa cáncer, las medicinas que resuelven un problema, pero causan otro, el plástico y los gases invernadero, que está matando nuestros ecosistemas.

Pero estas consecuencias ambientales tienen mucho que ver con el pensamiento posmoderno que rige nuestras acciones en la actualidad, pues como dice Claudio Álvarez Terán en su video sobre la cultura posmoderna, la cultura actual es superficial e individualista: parece que no somos capaces de ver más allá de nosotros mismos y de nuestros intereses. Vivimos en la cultura del bienestar, el placer y la comodidad, creemos que la felicidad consiste en evitar el dolor; la cual es en realidad, una postura hedonista y mediocre, que no tiene nada que ver con el término clásico de “felicidad” de Aristóteles, para quien una vida feliz consiste en una vida de acuerdo a la virtud; en el bien del alma y no en el bien del cuerpo.

Pero, es entendible que hayamos perdido el sentido original de “felicidad”, así como hemos perdido el sentido original de la mayoría de los conceptos que usamos diariamente. Así, la descontextualización de los conceptos y las expresiones artísticas es también una de las características de la posmodernidad.

En el caso del Covid-19, en México, específicamente, vemos que hay una incredulidad ante el discurso científico, por parte de muchos mexicanos; pues he visto algunos videos de mexicanos diciendo que eso del Coronavirus es un invento del gobierno y que ellos no han visto ningún enfermo ni muerto, y por lo tanto salen a trabajar como normalmente lo hacen.


Me parece que esta incredulidad tiene que ver con que no podemos ver al Coronavirus, pero tampoco podemos comprender la enfermedad.

Aunque no soy experta en lenguas indígenas, sé que éstas son simbólicas, y al igual que en las lenguas orientales, los elementos de su abecedario no son letras, sino dibujos con un significado simbólico muy complejo, pues cada símbolo representa uno o varios conceptos.

Los pueblos originarios y muchos mexicanos estamos acostumbrados a interpretar el mundo a partir de símbolos, y de los afectos que éste nos produce; afectos cuya materia prima proviene de los sentidos y del cuerpo; mientras que los europeos están más acostumbrados a racionalizar el mundo, es decir, a interpretarlo a través del pensamiento. Es por eso que, creo yo, un mexicano puede decir que no cree en algo que no puede ver, mientras que un europeo podrá decir que le resulta difícil creer en algo que no puede entender o racionalizar al 100%.

En el caso del Coronavirus, ninguna de las dos condiciones para creer, se cumplen, es una enfermedad que no podemos entender al 100%, al menos que seamos médicos, y que tampoco podemos ver (sólo podemos ver sus efectos si tenemos la desgracia de tener un familiar o amigo contagiado). Pues, aunque los medios de comunicación y las redes sociales se la pasan hablando del Coronavirus, parece que hemos perdido la confianza en éstos.

Al final, el Covid-19 constituye una especie de ironía, porque nos demuestra que la ciencia y la racionalidad NO pueden controlar todo, y no son la respuesta última. El Coronavirus es una enfermedad que no podemos ver ni comprender, y que, sin embargo, nos está matando, y no sólo a los ancianos, inmuno-suprimidos, diabéticos o personas con enfermedades crónicas; yo he sabido de casos de personas de 25 años que se han muerto. Muy personalmente, creo que es un fenómeno que nos dice que no sólo lo que entendemos o lo que vemos existe, creo que es un llamado para que nuestra sociedad superficial voltee a ver a la filosofía y a otras áreas del saber como “discurso o relato” legitimador. Pues la filosofía en sí, nunca va dar una respuesta última, sino que va a generar preguntas y pensamiento, y las preguntas filosóficas, aunque son las mismas, siempre se renuevan y cambian, ante una realidad que también cambia y se renueva.

La ciencia no es autosuficiente, su origen es la filosofía (aunque ahora muchos científicos la quieran ignorar) y necesita de la lógica y de supuestos metafísicos para funcionar: como que existe la realidad y que podemos conocerla como es, y, por lo tanto, podemos hacer ciencia. La ciencia no se puede reducir a enunciaciones lógicas, hay algo más allá, por lo que se necesita la metafísica.

Conceptos base, como el de “realidad”, son conceptos con los que trabajan la ciencia y el lenguaje, y éstos fueron y son explicados desde la filosofía. Por lo tanto, me parecería importante que en todas las universidades y en todas las ramas del conocimiento y la cultura, se enseñe filosofía, pues al perder el origen y significado real de los conceptos, nos estamos perdiendo de la verdadera comprensión de la realidad y la estamos reduciendo a una sección minúscula de lo que en verdad es. Nuestra vista está sesgada, como en el caso de los caballos de tiro y de carreras; vamos a una súper velocidad, corriendo hacia un objetivo, sin siquiera ver ni comprender nuestra realidad como un todo, ni por qué vamos hacia ese los distintos factores sociedad.


La realidad no se reduce a la comodidad y la auto adulación a través de una pantalla.
La realidad también está hecha de momentos incómodos y poco placenteros, que normalmente evitamos.

Creemos que la felicidad se reduce al bienestar, a huir del dolor y a mantener una conducta con el objetivo de agradar a los demás. Pero esta conducta individualista resulta insostenible, pues establecemos relaciones personales poco profundas, y ante la pandemia del Covid-19, somos obligados a vivir algo poco placentero (el encierro), por una cuestión de corresponsabilidad, que es la responsabilidad que tenemos ante nosotros mismos, pero también, ante de los demás; porque si salimos a la calle sin tomar las medidas de protección correspondientes, seremos responsables del contagio de una o varias personas. Por lo tanto, nuestro egoísmo individualista también resulta insostenible, pues nos está matando.

Tampoco resulta sostenible ya nuestro sistema económico neoliberal, en el que el Estado es superado por el mercado, y ya no genera ciudadanos, sino consumidores en un sistema de libre competencia, en el cual algunos son ganadores y otros perdedores. Con el encierro; la explotación y lo esclavizante de los trabajos se vuelve más evidente, pues para algunas empresas debes estar disponible 24/7. Y este es el lado más amable y privilegiado de la “esclavitud”, pues los más afectados son las personas que viven al día, y que no pueden permitirse quedarse en casa, como el señor que vende las gorditas. Seguramente tiene menos ventas, porque hay menos gente en la calle, pero lo peor es que si se enferma, no tiene un seguro social que lo ampare. Parecería que sólo sobrevivirán los más privilegiados, lo cual no me parece justo.

También se hace evidente las muchas habilidades que nuestros antepasados tenían y que nosotros hemos ido perdiendo. Ni siquiera somos capaces de cocinar (pues todo lo pedimos por Rappi), menos somos capaces de sembrar, o de curar enfermedades con plantas medicinales; remedios que usaban nuestros antepasados, pero que, en mi caso personal, he comprobado que funcionan mejor que las medicinas. Estas habilidades son esenciales en un escenario apocalíptico, del cual parecemos estar muy cerca si no cambiamos como sociedad.

Otro síntoma del fracaso de nuestra forma de vida posmoderna, es que muchos jóvenes ya no tenemos conciencia histórica ni nos interesa tenerla, pues creemos que ya no hay linealidad en el tiempo, y, por lo tanto, no hay ninguna meta ni objetivo, no hay causas ni consecuencias, todo es azaroso. Se dice que se debe generar una consciencia del pasado para no cometer los mismos errores y para saber en dónde estamos situados en este momento como sociedad; pero ya no tenemos esperanza en el futuro, la espera ya no constituye ningún valor, si el mañana es una distopía.

Esta pandemia también ha dejado ver nuestra predisposición para discriminar “al otro”, aunque en este caso el otro no sea la mujer, el negro, el indígena, el pobre, el homosexual, etc., sino el contagiado, el enfermo. Lo cual tiene que ver, según el filósofo Paul B. Preciado (quien a su vez se basa en conceptos de Foucault, Roberto Espósito, Emily Martin y Derridá), con la estructura de las democracias liberales y patriarco-coloniales europeas del siglo XIX, las cuales constituyen el ideal del individuo moderno (hombre blanco heterosexual), como agente económico libre, que no le debe nada a la comunidad, y que cuenta con privilegios que las demás personas no. Según este sistema, los demás, el otro (la mujer, el indígena, el pobre, etc.), no son totalmente libres y sí que le deben algo a la comunidad.

Esta predisposición para la discriminación se ha hecho evidente en varias ocasiones, como con el nazismo y sistemas totalitarios, pero pervive aún en nuestras sociedades, con ejemplos como la discriminación hacia los migrantes, y ahora, la discriminación hacia los enfermos y los médicos.

Como conclusión, me gustaría decir, que esta pandemia no es algo positivo ni nos cae como anillo al dedo, como dice López Obrador, sino que, es una TRAGEDIA, pero una tragedia que hace visibles muchas de las tragedias que ya vivíamos sin siquiera inmutarnos, como nuestro ineficiente sistema de salud, la cantidad de trabajos informales que existen en nuestro país, las pésimas condiciones de trabajo en muchas empresas mexicanas, la falta de educación sanitaria, la falta de confianza en los medios de comunicación y en el gobierno, la ineficiencia de este sistema capitalista neoliberal que nos alimenta con comida transgénica basura, que nos está causando nuevas enfermedades, y nuestra falta de corresponsabilidad y solidaridad en muchos casos.

Pero también hemos visto respuestas positivas: mexicanos que crean máscaras y tapabocas especiales para prevenir el Covid-19, personas y países que realizan donaciones, algunas acciones positivas del gobierno como desinfectar las calles, el buen manejo de López-Gatell, la decisión de construir nuevos hospitales, los esfuerzos de las escuelas por seguir con las clases, y el que algunas empresas hayan comprendido la situación y manden a sus empleados a sus casas.

Ana Lucía De Haro Alcázar 



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La era de la ignorancia

Alejandro Flores Guerra Romero 

° Introducción al Seminario de Teoría - Profa. Ana Lilia Maciel

 INTRO

Partimos con 5 autores (Susan Sontag, Yves Michaud, Slavoj Zizêk, Gilles Lipovetsky y Peter Sloterdijk). Mi interés de entre ellos se posó principalmente en Lipovetsky. Cabe agregar que además de los 5 ya mencionados, dentro de mi atención y formación personal incluí conceptos de otros autores a quienes me encantaría dar el crédito correspondiente, pero por fines prácticos y el trato de des-academizar por esa parte al presente ensayo, solo nombraré algunos de los más destacados como: Ram Dass, Alan Watts, Jean Baudrillard y Byung-Chul Han. Todos los autores merecen crédito, pero esto se extendería demasiado, son varios los autores que han llegado a mí por una u otra razón, no me gustaría dejar sin mención a ninguno y qué, aunque quizá, sí, se han revisado solo de un vistazo, pero ahora forman parte importante de quien soy, además de ser una conexión (directa o indirecta) hacia alguno de los autores anteriormente mencionados, sin olvidar que ahora también creo mucho en la idea de poner de lado al autor (ego, nombres, apellidos) para poner en acción sus palabras.

Un comentario que deseo agregar antes de dar inicio a mi escrito es con respecto a Lipovetsky, quien después de haberle leído, no sé qué pensar, ha dejado más preguntas que respuestas, me he sentido en conflicto en cuanto a su opinión, en un principio lo elegí por sentirme identificado, ahora ya no lo parece tanto. Este escrito no es una crítica hacia sus ideas eso daría tema para otro ensayo, pero no quería dejar fuera el comentario, ¡al contrario! funciono como un detonante, como una observación en la que a manera de recordatorio, debemos desarrollar la capacidad y la paciencia para tratar, acercarnos y conocer más a las personas, no dejarnos llevar por una primera apariencia en donde si fue “buena o mala”, al insistir y adentrarnos es cuando podemos empezar a empaparnos de ella obteniendo un panorama con la amplitud suficiente para caer en una decisión mucho más acertada al declarar quien o que nos representa para el futuro inmediato. Aquí empieza mi reflexión, llevándome a afirmar que no debemos juzgar un libro por su portada, debemos juzgarlo por su contenido. El tema del “arte” también está por ahí..., hablare de ello más adelante, por ahora ¡urge! tratar el problema de raíz ya que involucra por supuesto al mundo del “arte”, pero mucho más importante aún le concierne ¡a todo el mundo! por eso me veo en la necesidad de escribir sobre la ignorancia que nos gobierna, es líquida, traslúcida, un vapor que se adentró en todos y cada uno de nosotros de una manera tan infraleve que ahora simplemente la respiramos y una vida así, no es digna de ser vivida.

La juventud inútil (La ignorancia en la educación)

Año 2020 (actualidad) vivimos en la era de la ignorancia y lo ignoramos. ¿En dónde está la ignorancia? En todas partes, en cada uno de nosotros, en el Yo y en todo lo que involucre (como no es de sorprender) a la estupidez de la raza humana. ¿Qué es la ignorancia? La falta de instrucción, de conocimiento, de sapiencia; también es el acto de ignorar, estar distraído, disperso, falto de atención.

Tres clases hay de ignorancia: no saber lo que debiera saberse, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debiera saberse.

Vamos desde abajo, el origen de todo se encuentra en la educación. La formación para esta nueva juventud que estará reinando el mundo de aquí en adelante depende en gran medida por los que le anteceden; no podemos negar de dónde venimos y es una realidad develar que, si estamos mal, es porque desde el principio se hizo así. El sufrimiento que vivimos se debe a la pésima educación (en casa e institucional), al sistema y a esta podrida sociedad, misma que desde el principio de los tiempos mantiene ideas equivocas sobre todo lo que somos y todo lo que nos rodea, envenenando a las personas desde su infancia. Ahora todo el mundo se cree todo (son dóciles y están amaestrados). Hay 7 tipos de creencias en la sociedad actual con las cuales percibimos el mundo, sin olvidar que todo tipo de creencia es siempre subjetiva: La primera está situada en creencias religiosas (dioses, santos, figuras bíblicas, entes divinos), de las cuales ya cada vez se duda más conforme nuevas situaciones nos incumben y la religión ya no ofrece el mismo refugio como lo hacía hace un tiempo. La segunda está en la palabra ajena, es todo aquello externo que las personas posibilitan como real, rumores, lo que le hacen creer por muchas fuentes (masas narcisistas con un fin común) donde también entra el sentido ingenuo de la veracidad que dan de comer a diario los medios masivos de comunicación.

La tercera está en la creencia de ideas (conceptos), por ejemplo: la idea de libertad o de elección. La cuarta está en la superstición, creencia de carácter mágico o sobrenatural como la buena o mala suerte. La quinta que sería lo opuesto a la anterior, la creencia científica (la ciencia como nueva religión), en donde día con día se desmienten nuevas teorías y hechos históricos que hemos creído durante años sin contemplar la posibilidad de su veracidad, ejemplo: Durante mucho tiempo se tuvo la creencia que en nuestro sistema solar habitaban 9 planetas y en la actualidad Plutón ya no es considerado como uno de ellos, siendo ahora solo 8 reconocidos dentro de este. La sexta la cual nombre la creencia de soporte, donde las personas depositan su confianza y esperanza en el acto ajeno, muy similar a la segunda pero depositada en las acciones. Por último, la séptima creencia está en el sentido del poder que está en cada uno de nosotros, creer en sí mismos (lo que pienso, lo que digo, lo que hago).

Todas estas creencias son un coctel subjetivo lleno de posibilidades que puede ser explotado/manipulado en favor a una dirección determinada y que de hecho se usa actualmente para satisfacer las demandas de aquellos que manejan una firma reconocida mundialmente, vendiéndonos la idea de que ‘no eres’ sino estas y haces lo que cada uno práctica provocando orgasmos a las masas (simulacros) mientras se alimentan de nosotros. Por ello ya todo mundo es fotógrafo, ya todo mundo hace revoluciones, ya “todos pueden hacer todo” (todos son expertos en todo, han surgido los críticos de la todología), y no es un comentario negativo, claro que pueden hacer todas esas cosas, pero no están conscientes, no son responsables y sobajan con sus aseveraciones a quien se dedicó de lleno a un determinado oficio convirtiéndolo todo en un teatro de esnobismo puro. Creer sin buscar fuentes, sin embestir la realidad, sin tener cercioro de lo que se dice o nos dicen y vivir con ello es un acto de ignorancia en su máximo esplendor. No cabe duda que la sociedad se define por sus desechos.

Todo mundo en estos tiempos es escritor y lo ignora. Está comprobado que a los jóvenes de nuevas generaciones (Millenial Y & Centennial Z) prefieren entablar conversaciones por medios digitales, prefieren ‘escribir’ a realizar llamadas y en menor medida video-llamadas (simulacros), que en algún momento de los años 80’s (Boomers X) era todo un sueño por alcanzar, ahora una realidad que a nadie importa. Para el caso, solo viven y sienten que las “redes sociales” son su santuario liberador en donde rara vez hay opiniones encontradas, es muy fácil aplicar “la muerte del autor” por redes sociales, la ambigüedad está a la orden del día para empezar una guerra civil; se ignora el tono y sentido en que se pronuncian las palabras del mensaje a comunicar (tenemos un serio problema por los simulacros), el mensaje ya no llega como estaba planeado.

La diferencia de conocimientos juega un papel muy importante en el social media, bombardeamos información a personas de todo tipo, con cualquier tipo de mentalidad (creencias) y estado anímico dispuesto a defender con todo lo que su teclado pueda desprender, añadiendo su famélica necedad de ‘opinar’ porque pueden y creen que, defendiéndose al levantar su voz, ganan algo sin saber que desde el principio ninguno está ganando. El conocimiento no es una competencia (hipercrítica), nunca existió una conversación activa, solo un desborde de emociones y narcisismo por parte de los participantes incluidos algunos más no invitados. La tecnología parece avanzar, pero la comunicación retrocede. El propósito de estar “conectados” era mejorar la comunicación no entorpecerla. Ya no hay ideología social en el social media. Escritores buenos para debatir y no para proponer. Masa vs masa.

La ignorancia aquí, allá y por todas partes. Ignorando a la ignorancia. Entre más se sabe de un tema éste pierde sentido, deja de sorprender, se satura, el todo nos lleva a la nada, entonces, ¿Qué caso tiene estudiar? ¿Para qué me esfuerzo? Ya todo está dicho, echo y escrito. Para las nuevas generaciones cuesta trabajo encontrar y seguir un camino, parece que dentro de la inmensa red de información sobresaturada (hiperrealidad) que no se detiene y crece segundo a segundo con cantidades inimaginables de datos, existe ya una solución para (casi) cada cosa y situación a tan solo un clic de distancia, da la sensación de que ya no hay nada nuevo por descubrir, este hechizo asecha a la juventud haciéndoles creer que ya nada tiene sentido (nihilismo), que no deben esforzarse, cayendo en sí mismos, magnificando su sentir y manifestándolo de maneras exacerbadas (narcisismo, súper ego, selfies, vivir aún más en el mundo digital).

Finalmente la tecnología nos está rebasando y parece que nuevamente a nadie le importa. La ignorancia se disfraza de muchas formas, formas tan seductoras que cuando la maquina conquiste a la humanidad, se ignorará, se verá como si la tecnología siguiera estando al servicio de la humanidad y no al revés ¡Ojo! no debe entenderse como una satanización a todos los avances tecnológicos, al contrario, deben encontrarse este tipo de huecos o eslabones sueltos para re-direccionarlos por el camino que está vivo y no dicho aún. Para no abrir tema, estoy hablando del “Movimiento Slow”. Los jóvenes deben despertar, resignificar el todo, comunicarse con el universo, quitarse los cables de encima y volver a pisar la tierra. Interpretar el silencio en cada simulacro solo incrementa la incertidumbre.

Todo el mundo es ignorante, sólo que en materias distintas. La intimidación es otro tópico que rescatar; de cada diez cabezas, una piensa y nueve embisten. Cuando alguien destaca de entre los estudiantes en un salón de clase (también aplicable para cualquier ámbito), la ignorancia se hace presente en forma de bullying. Oprimir al que piensa diferente, hacerlo dudar, gozar de hacerle ver que su posición es “errónea” por ir en una dirección opuesta o incomprensible para el resto, todo esto sin profundizar en el clasismo, oportunismo, racismo, discriminación y la meritocracia que por lo general es mal ganada gracias a capitales externos por obviedad con los que no todos cuentan; todos estos ejemplos son claras manifestaciones de por supuesto ignorancia, pero también de envidia e hipocresía. Segarse uno mismo y no intentar hacer el ejercicio de la empatía recae en el acto puro de ignorar, ignorar que un papel, un título, tus posesiones o aspecto físico, no te hacen valer más que el otro; sin extender que están quienes se quejan de injusticia social cuando son los primeros en provocarla y solo alzan la voz cuando les afecta directamente (narcisismo, beneficio propio, ‘Yo’).

Hacer menos y apagar la luz de posibilidad de esa persona desde la etapa escolar (cualquier nivel educativo) es un problema grave, siendo así de déspotas y soberbios desde estudiantes menospreciando a todo aquel que parezca una “amenaza” solo nos hundirá más como sociedad, dándole puestos poderosos a personas incapaces en su adultez (ya es un hecho), enseñándole terriblemente a nuevas generaciones que ese es el modo para alcanzar un buen trabajo o posición social (nepotismo, compadrazgo, favoritismo), formando a un personaje incapaz para desarrollar lo que se supone estudio y está ahí por haber aplastado a quien de verdad resultaría benéfico para la sociedad. Para este infierno de “igualdad de oportunidades” resulta un peligro pensar porque interrumpe lo igual a favor de lo totalmente distinto, ¡es más!, a favor de una forma de vida totalmente distinta. La revolución empieza con el pensamiento atípico. Es muy difícil saber todo lo que hace falta, y mucho más difícil ignorar todo lo que hace falta ignorar. No sé por qué me acordé de la Esmeralda.

La ignorancia nos une y nos separa al mismo tiempo

¿Qué sucede con estos tiempos? Las protestas ya existen como espectáculos, berrinches masivos, actos vandálicos que poco o nada tienen que ver con la causa a la que acompañan, además de no reponer su causa perdida. Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción. Un hashtag, una infografía (que después es desmentida por otra, en el mejor de los casos...) un tweet, un repost, crear un evento (al que nadie asiste) en Facebook son ejemplos de lo que las nuevas generaciones consideran como “suficiente” para hacerse visibles ante una X situación (simulacros), ahora estoy apoyando, estoy colaborando cómodamente desde mi hogar, estoy haciendo algo, soy parte de algo importante y de buena causa; porque nadie quiere estar fuera de moda (mainstream), y creerse todo lo que dicen en internet como en su tiempo lo fue con la televisión y todos medios masivos habidos y por haber es lo de hoy (que novedosos nos hemos vuelto con el tiempo y la tecnología).

El grito en las redes se escucha igual que en el espacio exterior, de nuevo se toca a la puerta del autor muerto, de social no quedo nada. Un video juego de vida real en donde (casi) todos poseen el valor de aventarse al vacío como utilizando esa segunda vida (simulacro de vida y ser) que puede resurgir en el instante que el usuario abra una nuevo perfil, el juego cuenta además con la cualidad de la doble moral, elemento superalimentado por estos medios en donde todos podemos ser un modelo idealizado de nosotros mismos a seguir (followers = simulacro de masa) y fuera de ese mundo virtual seguir siendo una mierda (no hay simulacro). 

Ya no hay discursos puros ¿Qué no se dan cuenta? solo están dando vueltas en círculos (ouróboro), el que sí existe es el hiperrealismo que de hecho principalmente nace de ahí, el social media (tiempos modernos provocan desastres modernos). El conocimiento es necesariamente finito en ocasiones, mientras que la ignorancia es innecesariamente infinita. Los ignorantes se juntan con otros ignorantes.

No hay espectáculo más terrible que la ignorancia en acción (social media). Tenemos el mismo problema entonces somos iguales, ataquemos a los que no lo son. No sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa. Fanáticos de “nuevas religiones” embelesados en su ignorancia. Necesitamos evolución, transformación, cambio, ¡avanzar! no andarnos en círculos todos contra todos.

Los hospitales están llenos de ignorantes (hipocondriacos)

La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia. Lo barato sale caro, la ignorancia también. Las personas sucumben, no por débiles, sino por ignorar, lo mismo sucede a las naciones. Porque el humano actual se ha olvidado de sus antepasados y forma de vida, existe una delgada línea entre el olvido y la ignorancia. La sugestión sumada a la ignorancia da como resultado al: miedo. La ignorancia tiene un precio para estos tiempos, ¿Cuál es el precio? El más alto, el capital tiene mucho que ver en ello ¿Cuál capital? ¡todos! ¿Qué es la muerte? la verdadera muerte es la ignorancia. ¡Cuántos muertos entre los vivos!

La ignorancia con el arte

Cuantas veces no hemos escuchado aquella pretenciosa frase: “es que el arte no es para cualquiera”, lo primero que pensaría “ese cualquiera” es que el mundo del arte es para: eruditos, para intelectuales, para ricos, para aquellos con una educación refinada..., siendo todas estas ideas equivocadas. El “arte” es para todos, esa frase debe ser sustituida por: el arte es para cualquiera que se atreva a descubrirse. Si enseñamos a las personas a no tener miedo, a no sentirse intimidados por el “arte” y los museos, más personas se asomarán a este mundo. Resignificar los valores culturales cultivara a las nuevas generaciones con un sinfín de posibilidades creativas, maneras de pensar, creencias y ver un más allá de lo que nos envenena todos los días. Desarrollar la imaginación desde la infancia dará como fruto adultos lucidos y de amplio criterio, no le cerremos este mundo a nadie. Se trata de hacer florecer, sensibilizar, sentir, de descubrirse cada uno en el reflejo de todo lo esté mundo ofrece.

La ignorancia de la ignorancia

Si todo está jodido, si todo está mal hecho, si no se sabe cómo hacerlo, si a unos ayuda y a otros no, si eso no me representa, si uno mismo no se da cuenta, no despierta del estado cegado y equivocado en que esta ¿Quién es la persona indicada para enunciar las cosas? ¿Llegaremos a descubrir el modo para vivir juntos en paz? Conocer de nuestra ignorancia es el primer paso fuera de ella.

Una frase cautivadora usada a menudo en las charlas motivacionales dice: Según las leyes de la aerodinámica está demostrado que el abejorro por su tamaño, peso y forma no debería poder volar, pero él no lo sabe y lo hace de todos modos. La inesperada virtud de la ignorancia. La ignorancia tiene sus cualidades, obtener la capacidad de desaprender, es todo un despertar de conciencia, si yo dejo de saber (lo óptimo sería que desde el principio en nuestra infancia nos educaran así...) que soy hombre y tu mujer, no puede existir una guerra de sexos entre ambos, no hay blanco y no hay negro, no hay división, no hay etiquetas, no hay frontera. Pongamos otro ejemplo, en el idioma de los inuit no existe el concepto de guerra y sin embargo tienen aproximadamente 30 maneras diferentes para describir el color blanco. Si no lo conozco no entra en mi mente. He ahí el doble juego en la ignorancia, si yo desconozco que estoy siendo manipulado seguiré viviendo “normalmente”, si al contrario me hago consciente del fraude en el que existo puedo tomar cartas en el asunto para salir de ello. El manejo de ideas, conceptos, etiquetas, símbolos, etc. esta deliberado por el sistema, nos toca aprender a ignorar, e ignorar a ignorar.

Parece que la ignorancia está muy de moda hoy en día, Sócrates debe estar revolcándose en su tumba, los millenials “lo dejaron en visto” ni saben qué no saben y no les importa saberlo. Renunciar a la filosofía significa renunciar a pensar, el pensamiento meditativo y filosófico es el único capaz de engendrar algo totalmente distinto. Nadie posee la verdad absoluta, es más prudente contar con la disponibilidad y voluntad de aprender, así como de adquirir nuevos saberes, hacerse consiente de la propia ignorancia, reconocer los límites de conocimiento sobre algún tema determinado, buscando llenar esos huecos de falsos saberes evitando hablar como si se conociera todo cuando se ignora el contenido del mismo (humildad). Aprender es una forma de vida, aún hay mucho por saber de los otros, del entorno, de la vida; reconocer que el conocimiento no tiene límite y que no todo está plasmado, dicho, creado, pintado, inventado o escrito para llegar a la verdad, es aprender que aún hay que aprender. “Designoritizarnos” quizá nos lleve a una única verdad absoluta con el tiempo, pero, eso no lo sé y al saber que nada sé, algo sé.

12/05/2020 



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David Ricardo Barajas Camargo Seminario de Teoría


Seminario Introducción a la Teoría 4º

Maestra Analilia Maciel


Junio 2020

El siguiente texto comprende una serie de reflexiones en torno a la modernidad y posmodernidad. Algunas son de carácter personal, el formato dista y no pretende ser una argumentación a manera de ensayo o un texto estrictamente académico. Por el contrario pretendo plasmar algunas inquietudes e hipótesis que en todo caso, queden organizadas de tal forma que me sirvan como referencia posterior para seguir profundizando en los temas, y para tener cierto anclaje conceptual y epistémico que sirva de cimiento para entender mi producción artística actual y posterior.

Me resultaron muy interesante los planteamientos de Jürgen Habermas, específicamente su cuestión respecto a la acción comunicativa, su planteamiento de la verdad jerarquizada en distintos niveles según el contexto, su naturaleza fluida y su relación con la comunicación resonaron profundamente con mi manera de entender la realidad. Entender la verdad como un consenso comunitario, me pareció sumamente atractivo como alternativa frente a la verdad monolítica e inamovible característica por ejemplo de la ideología relacionada al pensamiento de Descartes y todo su linaje epistémico que de una forma u otra sigue presente en el uso cotidiano en mi entorno. Liberarse de la pretensión de llegar a la verdad objetiva y demostrable como la pretende la ciencia me resultó` muy atractiva, y no es que tenga nada contra la ciencia y sus avances, pero noto que aun en nuestros días su influencia ha impregnado cada aspecto de la vida. La educación, lo social e incluso el arte ha adoptado de una forma u otra tales ambiciones. Esto es entendible por la pretensión del proyecto moderno desde el siglo XIX y XX. Sin embargo y a pesar de tal teoría critica de 1982 de Habermas considero que en la actualidad aun no

podemos prescindir de tal búsqueda moderna de la verdad objetiva, que a mi parecer es imposible e impráctica principalmente en los campos denominados como sociales.

Otro aspecto que me preocupa respecto a tal teoría es que considero que en todo caso tal acción comunicativa para establecer la verdad o realidad ha sido implementada de manera incompleta en el sentido de que ha dejado algunos aspectos importantes de la verdad fuera del consenso. Obedeciendo a su teoría la verdad consensuada parte del lenguaje, del habla. Y tal como su teoría platea es necesario para una acción comunicativa efectiva compartir y esclarecer los conceptos a tratar por los participantes en la acción. Aquí encuentro dos cuestiones, por un lado que el habla según mi experiencia y el lenguaje pueden distanciarnos de la experiencia real por así decirlo: es decir considero que expresar la experiencia en un lenguaje hablado, suele ser insuficiente para expresar algunas experiencias, pues el habla tiende a convertirse en un fenómeno solo de interpretación dentro de la cual en algunas ocasiones nos aleja aún más del objeto del que se busca interpretar. Un ejemplo lo encuentro en la pintura, en mi experiencia muchas veces un texto intentando interpretar una pintura suele ser insuficiente, pues el lenguaje visual sufre de una traducción e interpretación a el lenguaje hablado. Y me queda la sensación de que una interpretación o análisis lingüístico (del habla) suele limitar y entorpecer la comunicación visual pura expresada en la pintura. En este sentido concuerdo con Susan Sontag en su texto contra la interpretación. Y si este ejemplo es especifico de la pintura considero que esta misma problemática es presente en fenómenos mas complejos de la experiencia real y su relación con el habla, como en experiencias estéticas, morales, emocionales y anímicas, y en experiencias de carácter místico o ritual. La inquietud, para acotar es que el privilegiar el habla como medio para consensuar la verdad puede dejar de lado las experiencias sensoriales y perceptuales más complejas, y me preocupa que la sobre interpretación convierta la búsqueda de consenso de verdad en un juego lingüístico y de meta textos que interfieran con las experiencias de interrelación social. Un abrazo puede ser una verdad consensuada sin necesidad del habla.

Por otro lado, Considero que la teoría de la acción difiere de la realidad contemporánea global, en el sentido de que es una forma idealizada de comunicación. La teoría permite ver y analizar como en los consensos que competen a la realidad cotidiana, específicamente hablando como latinoamericano mexicano, puedo identificar como las supuestas verdades de las que somos participes en nuestra contemporaneidad han sido consensuadas sirviéndose de diversos vicios en la comunicación, ya sea por el uso de la acción instrumental como Habermas la plantea o en su acción estratégica. Definitivamente no se ha logrado una acción comunicativa exitosa entre lo que suele denominarse occidente o los países modernosy los otrospaíses en vías de desarrollo, pues una comprensión mutua no ha sido ni siquiera considerada seriamente, y aun que lo fuese, estaríamos lejos de llegar a ella pues múltiples problemáticas de comprensión se harían presentes.

Así pues, el llamado proyecto moderno como verdad ha sido impuesto sobre mi país, mi sociedad y sobre mi sin que exista una acción comunicativa dispuesta a una comprensión mutua y un consenso. La verdad moderna es una forma instrumental implementada sobre nosotros por el campo burocrático y el estado y sus instituciones para mantener el estatus quo. Dicha verdad lejos de pretender consenso de mutuo entendimiento, circula al servicio de la economía capitalista, de manera monolítica incuestionable, casi dogmática. Así la economía lejos de ser una ciencia social del intercambio de bienes y servicios, se nos presenta como ideología de vida. Un fenómeno similar sucede con la ciencia, que cede a su pretensión de comprobar realidades objetivas a ser una ideología mas instrumental para el consumo capitalista.

En este sentido resueno con la crítica a la modernidad de Bruno Latour. Coincido en que el proyecto moderno funciona como ideología de utopía, utopía aparentemente secular que se diferencia de los denominado otros, por ella misma. Jerarquizando como superior y más avanzado dicho proyecto laico sobre los otros, religiosos, teológicos y místicos. Pero que paradójicamente utiliza la economía y la ciencia como modelos cuasi teológicos. 

El proyecto moderno, como el lo plantea, carece de destino o finalidad, y sigue una dirección ciega de progreso. Sin siquiera detenerse a plantear una definición consensuadamente o sin consenso de dicho progreso. Progreso como promesa de felicidad, que resuena con la adaptación al español del título del famoso libro de Huxley, Brave New World como Un mundo feliz. Pero que desconoce cualquier interés en ahondar o consensuar el concepto de felicidad pues lo rezaga jerárquicamente en su pirámide de conceptos junto con toda experiencia subjetiva no comprobable. Que promete bienestar sin detenerse a buscar definir el bienestar siquiera desde el punto de vista médico; pues en su jerarquía conceptual la medicina se ve superada por intereses económicos. Y en la agenda moderna la seguridad social universal nos es presentada en el cotidiano como fantasía irrealizable. Otras ciencias como la psicología dejan de lado las cuestiones espirituales y anímicas optando por priorizar las aproximaciones funcionalistas, una vez más en servicio de la economía. Una persona feliz es una persona eficiente económicamente hablando, que cumple con la normatividad en el sentido foucaultiano. La norma del individuo es un individuo en servicio de la economía, la eficiencia económica circula como único medio para el bienestar y la felicidad.

Siguiendo con la metáfora propuesta involuntariamente de Huxley en la adaptación Un mundo feliz, a qué mundo aspira la modernidad, a un mundo conceptual que funciona solo dentro de su planteamiento utópico y de fantasía. Su aparente búsqueda de lo objetivo esta evidentemente disociado del mundo físico real, su mundo no incluyó en su planteamiento original ni en su práctica contemporánea otro mundo fuera del occidental, Latinoamérica por ejemplo solo ha sido reconocido dentro del proyecto moderno como instrumento de explotación. 

El planeta físico es ignorado completamente en su utopía, el modelo económico circula como promesa infinita de éxito y expansión, pero cómo puede un modelo objetivo de la economía no considerar la limitación física y ecológica del mundo. Su impulso ciego hacia adelante ignora todo principio de sustentabilidad. La economía capitalista específicamente en su modelo neoliberal pretende una expansión infinita de los recursos económicos dentro de un mundo no infinito, y en todo eso me pregunto, ¿dónde está la objetividad y la racionalidad?. Coincido con Latour en una necesidad de abandonar el proyecto moderno, reconocerlo como proyecto utópico fallido y dar pie a nuevas filosofías contemporáneas.

Considero que América Latina y específicamente México, quedaron fuera del consenso moderno, y que fueron colonizadas tal como lo describe Dussel. En México siento las repercusiones del colonialismo del tiempo, el cuerpo y la mente. Puedo entender y sentir la herida colonial de Mignolo, reconozco la matriz de pensamiento colonial en mí y mi contexto como la describe Dussel. Considero que dicha conquista del cuerpo y la mente no solo fue a través de los medios masivos, considero importante también reconocer en el proceso de colonización los fenómenos descritos por Foucault, como su concepto de biopolítica, panóptico. Es decir, el cuerpo y mente conquistados y la imposición de la matriz de pensamiento colonial se da en el día a día; dentro de la misma sociedad en sus instituciones mas elementales, desde la familia y la educación. 

Aquí la importancia de buscar reconocer y re-educar a través de la acción comunicativa eficiente; ya no digamos un diálogo entre el estatus quo occidental y nosotros, sino la acción directa de comprensión mutua en los niveles mas cotidianos. Renunciar a entendernos como instrumentos del progreso a través de la economía, y reconocernos como agentes sociales clave en la determinación de la verdad social. Cuestionando y reconociendo la verdad, como consenso mutuo de comprensión entre nuestros pares.

Encuentro un fenómeno histórico que creo es muy presente en México y que considero puede explicar en parte algunos aspectos de nuestra idiosincrasia, aspectos que por un lado permitieron y facilitaron algunos procesos de colonialismo; al tiempo que en la actualidad representan un reto a superar para adquirir y replantear una conciencia del individuo como agente social participe del consenso de la realidad. Este fenómeno es muy complejo y no pretendo ahondarlo ni describirlo con propiedad, y tampoco lo considero como único o mas importante que otros aspectos que también influyen en la idiosincrasia mexicana. 

Éste aspecto es:

Observo una diferencia importante en la ideología, cosmología y teología que ha caracterizado a México y que lo distancia de coincidir o integrarse a la estructura global del proyecto moderno. Considero que esta diferencia original se expresa en las diferencias institucionales y estatales de México respecto a las occidentales y estadounidenses. Por un lado, en occidente y Norteamérica existe un vínculo entre su origen teológico protestante y su ideología y el desarrollo teórico epistemológico de su tradición. Mientras que en México dicho origen ideológico se relaciona con el catolicismo.

El protestantismo se puede entender muy sintéticamente como una renuncia a la mediación, en este caso específicamente a la mediación teológica, es decir un protestante renuncia a la necesidad de un agente mediador de dios y su experiencia mística religiosa. A su vez identifica su ética de relación con lo divino a partir de dos aspectos; uno la palabra escrita, esto es reflejado en la biblia impresa y su difusión que hace prescindible la mediación del sacerdote; por otro lado, encuentra en su trabajo y vocación una nueva forma de acercarse a su dios. Este rechazo a la mediación también se da a un nivel económico, al rechazar el diezmo, que de alguna manera tuvo repercusión en las llamadas revoluciones burguesas y más tarde en el capitalismo. Todo esto lo explica Max Weber y también lo menciona Richard Sennet, quien critica como en la modernidad dicha ética de trabajo se fue deteriorando por un hedonismo e individualismo, y de alguna forma el trabajo se mantuvo pero esta vez como medio para acercarse al nuevo dios, el placer.

Por nuestra parte en México con su antecedente católico. La ruptura con la mediación, no se dio como con el protestantismo. Por el contrario, la mediación precolombina de la relación mística y teológica de los sacerdotes y gobernantes fue reemplazada por la nueva autoridad católica. Existió pues, una alta importancia de las instituciones de mediación con lo divino y lo político, desarrollándose así un culto a la burocracia ya fuera laica o religiosa. Por su parte este culto a la mediación desconoció el trabajo como medio de relación con lo místico y teológico, por el contrario, el trabajo estuvo al servicio de la mediación burocrática, con los diferentes

modelos de diezmo, indulgencia y tributo. Este culto a la mediación, también considero que tuvo un fuerte impacto en los procesos y fenómenos relacionados a las castas y el clasismo. Esta herencia colonial de culto a la mediación o al aparato burocrático institucional influyó en la formación de estados modernos ya en el siglo XX, manteniendo el culto a la mediación, pero esta vez laica. Desde las leyes de reforma hasta la formación del estado moderno del PRN. Manteniendo también las jerarquías de clases y el trabajo como servicio al aparato mediador, ya no como indulgencia y diezmo sino como aportación tributaria al estado en forma de impuestos y permisos. La estructura jerárquica patriarcal pasó del virrey y rey representantes de Dios en la tierra, al presidente como representante del estado como nuevos mediadores laicos. Ya no dios proveerá, sino el estado, con sus actitudes patriarcales de proteccionismo que piden a cambio la obediencia y el respeto y el pago de nuevos tributos a cambio de subsidios, servicios y trabajos dentro del aparato burocrático y demás beneficios, junto con la promesa de progreso.

Así en las sociedades capitalistas del siglo XX occidentales, los individuos se conciben a si mismos como parte del sistema con tres funciones principales, aspirar a trabajar, ser empresarios, y consumir para fortalecer la economía. Mientras que en México se establece un modelo de capitalismo burocrático, se considera el individuo como parte del sistema al servicio de la burocracia, así en el siglo XX la clase burocrática del país crece y se fortalece en todos los ámbitos. El individuo mexicano como siervo de la burocracia y el estado desaparece en su propio reconocimiento; desconoce su ideología, su cuerpo, alma y mente. Desconoce el orden natural, biológico y sistémico, desconoce el género y la ciencia, así como la economía. 

El estado burocrático mediador al servicio de la economía capitalista es quien determina las verdades ideológicas y todos los asuntos que el individuo cede. Establece la política del cuerpo gobernando sus horarios de descanso, alimento y salud. Los estados del alma y cuerpo, son ignorados frente a la productividad. El orden natural también pasa a última instancia frente a la apremiante carrera del progreso. El género es normado según las necesidades laborales y de crecimiento poblacional. La ciencia pasa a segundo plano frente a las aplicaciones instrumentales de la técnica y tecnología. Las instituciones legislativas y tratados internacionales son siervos a su vez de la economía.

En la actualidad posmoderna en México, el culto a la burocracia se derrumba, existe una orfandad ideológica, económica y ética. El culto al estado mediador lo encuentra incompetente e irrelevante frente a nuevas jerarquías globales. El Estado patriarcal centralizado fracasa. La geopolítica establece un nuevo orden jerárquico. Y el culto a la mediación abraza los medios de comunicación masiva, la televisión ve su auge y declive frente a los medios digitales y las redes globales.

CONCLUSIONES PENDIENTES... 


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ENSAYO CORONAVIRUS POSMODERNIDAD

Seminario Intro a la Teoría

Isaac Villegas

He pretendido que el siguiente ensayo sea acompañado por la intimidad de mis días como especie de relato razonado. Consideré importante dejar como índice la fluencia de mis pensamientos, emociones y sensaciones como reflejo de lo que atañe a mi contexto dentro de este texto. Me permito enunciar desde mi posicionamiento más honesto las problemáticas que se han venido desarrollando desde la aparición de la pandemia por el virus COVID 19, hasta la situación de cuarentena nacional proclamada como medida sanitaria efectiva para evitar la pluralización y propagación de tal enfermedad. Así mismo permito relatar sucesos anteriores con la finalidad de poder ofrecer al lector mayor puntualidad mi interpretación.

Como al inicio de cada año y sin ser excepción alguna, mis propósitos y deseos de este 2020 se dirigían en víspera de una inigualable forma de vida, una vida prospera, enlazada a vivencias positivas con relación a mi desarrollo físico, mental, emocional y espiritual, lo que a mi parecer conllevaría a una vida plena en cuestión de ámbito social, profesional y particularmente académico, fundamento prioritario en mi desarrollo actual.

Como todo ser humano invadido por el “excesivo positivismo” contemporáneo, eliminé de mi horizonte cualquier obstáculo que pudiera modificar mis planes “perfectos” como los había estado considerando. Según mis medidas valorativas ninguna cuestión excepcional había estado retrasando o intercediendo mis proyectos -o al menos eso creía-. Desde esta mira sentía que era capaz de controlar casi cualquier aspecto de mi vida, me sentía acreedor y poseedor de una fuerza de voluntad “inquebrantable”, misma que me permitía aceptar o negar cualquier situación que tuviera la facultad de influir en mis planes a corto, mediano y largo plazo. A decir verdad, siempre pensé que yo poseía la capacidad de dominar las cuestiones mundanas más cercanas o acreedoras a mí, que nada podía salirse de mis manos.

...pero, sin duda llega ese día inesperado en el que se rompe todo, te quebranta el sueño. Son el cuerpo y el alma víctimas de un derrumbe lento y progresivo. Llega la hora en el que te presentas transparente ante los fríos representados en novelas literarias y cuadros

modernos, ese frío que parte el vello, fisura el cuero, resquebraja la epidermis, la dermis y la hipodermis-, llegando al hueso; no hay grasa que te cobije, no hay articulación que no duela; hay la presencia infalible de vibraciones que llegan para maldecir tus noches y a los sonámbulos dueños de tus cuidados. Es el ego el que se abre al suplicio; exacto momento donde luces indefenso y desarmado. El miedo, el terror, la desesperanza te invaden -la fe permanece al servicio de las huellas-, no existe abrigo ni consuelo que calme los llantos y sollozos. -La incertidumbre causa ansiedad-, la que se encarga de comer uñas, calcio, cabello, la piel, el tiempo, el espacio. No hay alimento que nutra el músculo, no hay proteína ni carbohidrato que sea conserva, -el cuerpo se come solo, subsiste y se aferra-.

Las duchas matutinas no son ya para despabilar el sueño y recibir la bendición del día, se convierten en terapias para disminuir fiebres, calmar y afianzar dudas e incertidumbres, lejos, abren paso al vis a vis para juzgue a la mala cara, al mal estado de tus células.

Los días transcurren y buscas sanarlo, -remedios calman y disminuyen los síntomas, pero no la realidad-. Al igual que el médico con vocación la madre no te deja morir, sin importar su salud o economía, brilla a la luz del auxilio y se presenta como el roble, como fémur a tu compañía; llega el día que frente a un escritorio y detrás de él esta legitimada toda la verdad, puesta y subrayada en papel de apenas unos centímetros.

-Nunca es la muerte y la vida tan cerca, tan palpable, tan sumisa-. Toda negrita o cursiva lo afirma, números, letras, -signos de la verdad-. Las palabras se ahogan en llantos, en llanos internos para no martirizar a la madre que ruega e implora a su Dios que todo esté bien y que esa noche descanses.

Llega esa noche que la vulnerabilidad mata la vulnerabilidad, el miedo al miedo, la desesperanza a la fe y a la esperanza ya muerta; la desazón de sobra y las estrellas nada más que para confirmarlo.

Nunca había vuelto atrás tantos días y tantas noches, con suplicas y sollozos a los mil santos y a todos sus cielos. Nunca como aquella vez había depositado mi fe en entidades y dioses. Pero no era suficiente a perdones y reclamos, reclamos y perdones, sin importar su orden.

Noches seguidas supliqué no ser yo al que refería esa suscripción médica. -No hay descanso que brille en la era nocturna, donde la inmensidad permanece al asecho y reclamo de tu finitud-. Era verdad a nombres y apellidos venía dirigida y eso era inevitable, la ciencia por su parte hacía lo suyo, cumplía con legitimar mi condición.

Cada presencia médica era un trago añejo de realidad. Turbio fue el modo en el que comencé a aceptar mi condición, turbia y silenciosa fue la resignación.

Miré por primera vez un hospital desde mi necesidad, siempre había sido en presencia de la necesidad del otro, de familiares y amigos. Jamás había mirado tanto orden y control, tantas responsabilidades en un grupo de personas, el cuerpo médico, enfermeras y doctores, doctoras y enfermeros. Tanto trato estrecho y fraterno en busca de tu sanidad.

El trato fue especifico, todo restringido y cauteloso, el cuarto para cuatro varones, todos jóvenes de diferente condición, pero tratados por el mismo mal. Sanidad y limpieza de todo el cuarto: cristales, pisos y paredes; camas revestidas en la hora matutina, en mi caso previo a mi ducha, el sanitario parcialmente impecable y en uso todo el tiempo por pacientes compañeros del mismo piso; jabón, crema pasta y cepillo dental, si acaso alguno que otro anti-bacterial.

Nunca y sin descuido después del aseo matinal el trabajo de enfermeras y enfermeros: tomas de temperatura, horas y tiempos de orina y defecación, sin descuido a las medidas de hidratación y entrevistas rigurosas para para cumplir con el escrupuloso formato de adecuación, esto para dar consecución a la bienvenida revisión de la estricta doctora guardia de nuestra salud.

Dietas alimenticias adecuadas a cada caso -doscientas calorías calculadas en el mío-, a tres tiempos, desayuno entre las ocho y las nueve del nuevo día, comida a eso de las tres o cuatro de la tarde y la merienda alrededor de las ocho de la noche. El control registrado por enfermeros y enfermeras que visitaban al culmino de nuestros alimentos.

Durante el día y las noches los cuidados no paraban y las entrevistas con respecto a cuidados tampoco, las entregas de medicamentos a su cada cual en su tiempo y forma no era falla; En aquel momento como nunca antes vi la preocupación ajena a la pronta recuperación de cada compañero de cama incluyendo a la mía.

Al margen de estudios e indicaciones todos reaccionaron, el cuerpo nunca cesó de laborar al margen de su ética disciplina y de dar respuesta a mi afección. En esos instantes mis esperanzas renacían de toda destrucción; cuidados y recomendaciones corrieron de sus manos y sus voces.

A mi salida de aquel internamiento recurrí a mi cuidado responsable: medicamento, dieta y ejercicio son la base desde aquel entonces. Me dispuse a que con fuerza y convicción mi vida debía mantenerse, si bien no como antes, en cuidados y prevenciones debía equilibrarme. Mis días continuaron, el ritmo proseguí en cuanto a familia, escuela y amigos, y a la métrica las noticias también; mientras yo sanaba del otro lado del mundo miles de personas enfermaban por un virus del que poco se conoce.

En Wuhan, China se dio el primer brote, según estudios certificados han reconocido que el caso cero se dio en la provincia de Hubei durante el mes de noviembre del 2019. Caso que posteriormente pondría en el ojo del huracán a todo el mundo.

En México algunos ingenuos y otros no comenzaron a propagar un mundo de noticias por diferentes medios: televisión, radio, internet, y sobre todo redes sociales conformaron un mundo de noticas tanto ciertas y no, algunas llenas de amarillismo y sensacionalismo y otras no -por supuesto-. Esta ola de noticias trajo consigo aspectos positivos y negativos, por un lado, trajo la pronta preparación y prevención por posibles contactos y afecciones de contagio, y por otro lado trajo las vulgares burlas, sarcasmos y hasta memes de cientos de ciudadanos. Mientras los más sanos y menos propensos a adquirir dicho virus se burlaban otros tantos como yo en foco rojo (candidatos a poseerlo por diferentes cuestiones, ya sea enfermedades degenerativas o sistemas inmunológicos delicados como los de gente anciana según la Organización Mundial de la Salud, por sus siglas OMS) nos preocupábamos predestinadamente a cómo sobrevivir y llevar a cabo las medidas higiénicas de prevención.

Como era de esperarse el virus se propagó, nombrando a Tailandia el trece de enero del dos mil veinte como el primer país donde se confina el primer caso de Coronavirus diecinueve fuera de los asentamientos de China; a su vez y tiempo previo, el cinco de enero la OMS redacta la primer parte que da fe y forma al ciclo mundial de investigadores y salud pública, a la par de medios de comunicación, en la que ese emite un listado de recomendaciones con relación a los casos citados en Wuhan, China. Posteriormente el diez de enero la OMS emite de manera publica una minuta digital dirigida a nivel global acerca de los métodos de detección y prevención. Siendo así que el mismo mes y con fecha exacta el treinta de enero del mismo año el Comité de Emergencias por consenso recomienda al Director General que el brote se denomine emergencia de salud pública.

Revisar mis redes implicaba mirar la alarmante contingencia adoptada por diversos países debido a la rápida propagación del virus nombrado Coronavirus – 19 y afamado por tus espantosos estragos en los cuerpos que lo refugiaban: dolor de garganta, tos seca, deficiencia respiratoria, fatigas severas, presencia de dolor en articulaciones, secreciones nasales y diarreas continuas; un cuadro sintomático de posible aparición entre los primeros seis o catorce días; y en sus casos más severos del virus la presencia irremediable a la inmunidad de neumonías de narración estridente.

Las redes sociales comenzaron a prestar como medio de difusión de credibilidad y de incredibilidad, siendo así que por un lado aparecían de manera masiva videos de infectados narrando sus experiencias como portadores de la enfermedad, cuerpo médico externando con desesperación sus temores por la insuficiencia de insumos y equipamiento para tratar a los pacientes expuestos, ciudadanos (donde las cuarentenas nacionales comenzaban o mediaban) que expresaban su miedo y las formas en que el gobierno actuaba, como limitando a la gente en las calles, en parques , centros comerciales, eventos masivos, bloqueos de turismo en playas y zonas de alta exposición.

Por otro lado no faltaban la irremediable conducta apática que ha traído consigo la posmodernidad, de personas involucradas en menospreciar la situación que apenaba a otros países, como chistes, bromas, imágenes mal editadas, videos donde emitían burlas, memes encargados de desvirtuar fotografías de documentación, artículos de conspiración que desvirtuaban aquellos de divulgación científica, videos que exponían de manera negativa las carencias de las instituciones y cuerpo médicos, la relación encontrada del contexto con películas y videojuegos encargados de promover conductas de incredulidad y risa. Un juego de información que alternaba entre lo verídico y su contrario.

Fue hasta el veintinueve de febrero del dos mil veinte, a la llegada a México el primer confirmado por el Secretario de Salud de México Hugo López-Gatell Ramírez en que la ola de información tanto cierta como no cierta que trajo a mí una crisis de ansiedad y cansancio emocional, una bomba de intolerancia a las conductas que negaban la credibilidad, importancia y el peligro del virus. Siendo así que opté por cortar el vínculo con las redes sociales y los medios que tergiversaban la información. El acrecentamiento de este comportamiento mío de intolerancia y que poco a poco se fue convirtiendo en temor, fue en aquel momento en el los contagios pulularon y las medidas restrictivas a nivel nacional comenzaron a activarse. 

La forma directa en que recibí este impacto fue en primera instancia debido al primer grado en pronóstico de cuarentena, la invitación por parte del gobierno a evitar salir de casa y con ello el cierre de escuelas y universidades como medida preventiva por la Secretaria de Educación Pública (SEP), aprobada por el Consenso Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU) el lunes veintitrés de marzo del dos mil veinte, con fecha de conclusión el diecinueve de abril y reinicio de actividades el veinte de abril del dos mil veinte. El segundo reflejo fue sucedido por el nominado segundo grado de cuarentena nacional, la invitación de no salir de casa fue mayormente restrictiva a salir únicamente por cuestiones altamente necesarias, con ello el cierre de negocios y empresas propias de no proveer productos de primera instancia hasta nuevo aviso y además “el cuidado y la protección a las personas adultas mayores, mujeres embarazadas y quienes padezcan enfermedades crónico-degenerativas; el reforzamiento de las medidas de higiene básica, pública e individual” Secretaria de Salud, 2020. 

En esta última se incluyó el cierre de parques, plazas y centro comerciales y lo que hasta en ese entonces me ayudaba a mantener mi estado de salud física y psicológica: los centros deportivos, entre otros más. Esto trajo consigo desde mi particularidad un shock de emociones, pues era en esos espacios en los que podía pasar mayor tiempo liberando el estrés que me promovía no salir de casa, en otras palabras, se trataba de uno de los centros de dispersión y entretenimiento para mi salud.

Mi aislamiento comenzó a ser total, y como lo dije en un principio el martirio no solo era para mí sino también para aquellos como mi madre mi hermano, responsables morales de estar al tanto de mis cuidados y sobre todo como afectados directos a tener que cerrar puertas de la única fuente de ingresos que tiene mi familia.

No reparé tiempo en que la culpa de mi condición médica como portador de una enfermedad crónico-degenerativa me llevara a continuas crisis de ansiedad y depresión por ser del círculo de personas a prevención; no perdí tiempo en el que la desesperación me conmoviera los pies y las manos de solo ver la tensión de mi madre preocuparse por los gastos básicos y bancarios que demanda se proveedora total de sus gastos, los de mi hermano, los míos y ahora mi nueva enfermedad. 

Las tensiones por esta situación crecieron en discusiones donde mi demanda era ayudarle permitiéndome la ejecución de tareas como la compra de vivieres hasta la consideración de buscar un empleo dentro de los rubros menos afectados por las indicaciones gubernamentales de cuarentena, y la de ella de mantenerme a salvo de todo riesgo de contagio por permanecer al grupo de personas con mayor candidatura a poseer tal COVID-19.

Mi entendimiento fue cayendo en cuenta poco a poco, conforme miraba la preocupación de mi madre por mí, entendí que solo quería tenerme a salvo, por lo que opté en mostrar una resistencia positiva y una resiliencia bajo mi condición. Decidí continuar mi actividad física en casa y lecturas bajo premisas espirituales, -añadiendo que previamente a mi salvación emocional dentro de mi lapso de reconocimiento de salud me introduje a la experimentación de esta filosofía-; las prácticas físicas como el yoga y la meditación también las adopté dentro de mis intereses como vías de resistencia.

Mi reacción y comportamiento forman parte de un antes y un después, pues es cierto que previo a entender las demandantes preocupaciones de mi madre, me concentré de en mi coraje como ciudadano vulnerable, como cuerpo frágil, indefenso y mayormente quebrantable, esto acentuaba en mí una constante supervivencia de la cual no quería formar parte. Mis vías de resistencia me llamaron a mantener una mejor relación y comunicación con mi núcleo familiar. Hemos aprendido (cada quien bajo su propia experiencia y sobre sus propias vías de resistencia y entendimiento) a mantener un orden y alternancia de roles en cuanto a higiene y alimentación y sobre todo a empatizar de manera emocional, moral y espiritualmente. Considero yo, que desde mi forma particular que esta pandemia a promovido en nosotros la fraternidad y la otredad, lo que me lleva a pensar que no somos los únicos.

Ya caída la tercera etapa de cuarentena y siendo dieciocho de abril del dos mil veinte, con invitaciones como: el disciplinado resguardo en casa y la salida de ella de manera preventiva y solamente de manera necesaria, la compra de víveres y alimentos de manera rápida y realizada por un miembro de la familia, entre otras invitaciones restrictivas, mi actitud es a favorable y en pro de mi salud y la de los otros quienes comparten conmigo los espacios del hogar. 

En cuanto a mi actitud como alumno a distancia es una cuestión compleja por la falta de costumbre y mi falta de práctica y desinterés dentro de los sistemas y plataformas digitales, sin embargo, la convierto en animo de aprendizaje y por último mi apatía por la aceptación de la información por dicha enfermedad la he modificado en filtros y tiempos de adecuación a mis intereses, es decir, procuro revisar fuentes recomendadas y en los tiempos en los que me siento preparado para enterarme de los progresos que existen en cuanto a la enfermedad. Mi vida en continuidad plena permanece y aunque las sensaciones de vulnerabilidad y supervivencia que no cesan las transformo continuamente en pro de mi sanidad psicológica.

Tomando en cuenta las anteriores cuartillas de relato reflexivo, he comprendido que hablar del actual contexto te puede conducir a dos estadios, uno positivo donde el individuo es capaz de mostrar nuevas formas de resistencia y resiliencia, o uno segundo negativo capaz de conducir a la negación y a la depresión del individuo. De cualquier forma, hablar de encierro a nivel mundial representa hablar desde formas particulares, pues no es lo mismo un encierro preventivo en un país de primer mundo como lo podría ser: China, Estados Unidos, España, Alemania, Rusia, que vivirlo en un país en vías de desarrollo como lo son los países latinoamericanos y en el caso más preciso: México. Aún dentro de territorio mexicano el encierro se vive de manera diferente y eso es mérito de la distinción de clases sociales producto del moderno y consecutivo posmoderno capitalismo neoliberal que dentro de sus más aclamadas criticas, como lo menciona Humberto Márquez Covarrubias, en su ensayo La Gran Crisis del Capitalismo Neoliberal, “en él descansa en su evidente fracaso como estrategia de crecimiento, bienestar y prosperidad; pero poco se repara en el hecho de que, más allá de su discurso ideológico, el neoliberalismo constituye un proyecto de clase que ha resultado tremendamente exitoso para concentrar capital, poder y riqueza” 2010.

Bibliografía:

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  2. https://www.who.int/es/news-room/detail/08-04-2020-who-timeline---covid-19

  3. https://www.google.com/search?q=sintomas+del+covid+19&rlz=1C1EJFC_enMX868MX86

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  4. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51677751

  5. https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/03/15/ovid-19-adelanta-la-sep-

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  6. https://www.marca.com/claro-

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  7. https://www.gob.mx/salud/prensa/095-inicia-fase-2-por-coronavirus-covid-19

  8. https://coronavirus.gob.mx/

  9. https://www.msn.com/es-mx/noticias/mexico/%C2%BFqu%C3%A9-es-la-fase-3-de-la-

    epidemia-de-covid-19-y-qu%C3%A9-medidas-se-tomar%C3%A1n/ar-BB12r9OR

  10. https://www.redalyc.org/pdf/628/62815635004.pdf




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Covid-19, el encierro y la posmodernidad


Jamil Chabbán Moya.

Introducción.

La relación entre los fenómenos naturales como sismos, epidemias, calentamiento global, son eventos planetarios que a través del tiempo, han dictado cambios a los comportamientos de la humanidad en todos los periodos que históricamente son considerados como periodos de coyuntura, en donde se ve ampliamente modificado el desarrollo de la cultura, la entropía como vector de desarrollo ha sido en gran medida un gran generador de grandes desgracias y muerte, pero a su vez ha marcado una gran generación de conocimientos que quedan codificados en la creación de tecnología que potencializan las posibilidades de supervivencia de la especie humana.

Actualmente, el mundo se enfrenta a un nuevo reto, el corona virus nos está dando grandes lecciones en cuanto a nuestra estructura como sociedad; hoy en día conceptos como tecnocracia, modernidad, ciencia y tecnología han creado una venda en nuestros ojos, llamada “Smart” todo es inteligente, el gimnasio, los celulares, las dietas, tenis, coches, casas, infinidad de elementos que nos auxilian en nuestro día a día para facilitar tareas, para acercar el conocimiento a todos, sin embargo, al carecer de un sentido práctico de la realidad, no sabemos identificar la realidad de la ficción, el discernimiento de información útil ha sido desterrado del subconsciente, la autonomía del ser ha sido alterada por dispositivos conceptuales que generan un espejismo, al elegir de manera aleatoria los patrones que son de nuestro agrado. Es una línea muy delgada entre tener el conocimiento del mundo en tus manos y ser manipulado para ver una realidad que quizás sea lo que alguien más quiera que veamos, que sintamos.

A partir del desarrollo de ideas como la libertad, el hombre contempla una serie de reglas, impone aparatos de control que funcionan en torno a centros de poder, estructuras como

el capitalismo, que se genera a partir del valor de los objetos y no de su función. Sin lugar a dudas, la tecnología y su estrecho vínculo con la vida cotidiana, son hoy en día una base muy importante del desarrollo del ser humano, en sectores, empresariales, teológicos y por supuesto científico, la visión de los objetos a través de pantallas nos revelan más que imágenes subjetivas, acaso pasará por nuestra cabeza el cuestionarnos si esa imagen de la licuadora que queremos comprar es en gran medida el encuadre de la realidad que alguien más quiere que veamos, condicionando nuestra capacidad de discernir, nos olvidamos de sentir, observamos todo por medio de esta nueva estética de lo pulido, lo seductor de las superficies sobrias, no nos cuestionamos si eso es algo que nosotros queramos en realidad, sublevamos nuestra capacidad de elegir al nuevo aparato de control del consumo, a la legitimación de posturas económicas, a la visión famélica del albedrío.

Ante una nueva amenaza no sólo a la vida de la especie, sino a la depredación de la cultura como la conocemos hoy en día, el Covid-19 es un elemento viral que se transfigura no sólo en el ADN, sino también en nuestro día a día, en nuestra capacidad como sociedad para regenerarnos, en nuestro acuerdo como humanidad de establecer fronteras, códigos de limpieza, nuevos comportamientos que podrán ser la llave para crear una nueva marea que haga posible una verdadera revolución, no sólo de clases sociales, no de raza, no de dogma ni política, sino una revolución que abra las puertas de la conciencia a vivir en simbiosis con nuestro entorno, con la poética de nuestro espacio, del planeta. Y de ser así podamos trascender como especie, aunque esto conlleve generar nuevas utopías, nuevas formas de control... La corona es algo con lo que tendremos que vivir de manera retórica, siempre lo ha sido.

Los fantasmas de la historia.

“El pasado humano en lugar de ser una realidad ajena a nosotros es nuestra realidad y existe en el único sitio en donde puede existir, en el presente”.

Edmundo O’ Gorman.

A través del concepto de tiempo y una línea que se crea a partir de la relación entre documentos y eventos en la historia, somos verdaderos herederos de años de guerras, de pandemias, de evolución; sin embargo, la actual condición del humano nos obliga a tener una memoria reciente a la que se apela de manera inconsciente para regenerar filosofías que encuentran su eco en el actuar, con esto quiero decir que el resultado de aquella herencia nos condiciona con reglas impuestas por un fantasma histórico, la acción del engaño, la historia que es contada por el vencedor se nos da sin apelar a las verdaderas condiciones que permitieron dicha victoria.

Distintos eventos en la línea temporal, desde la antigüedad como lo es el mito de la Eneida de Virgilio como el caballo de Troya que según este relato fue usado por los aqueos como una estrategia para introducirse en la ciudad fortificada de Troya. Tomado por los troyanos como un signo de su victoria, el caballo fue llevado dentro de los gigantescos muros, sin saber que esto significaría la caída de Troya.


A partir del análisis de los elementos descritos en la literatura, se pueden encontrar numerosas referencias a simbolismos de poder, a la dominación del territorio y de la transformación que ha tenido este concepto a través del tiempo. Las guerras, y la lucha por la apropiación cultural, han causado una serie de efectos de acción-reacción en donde se crean nuevos núcleos de control. 

La conquista española trajo a América: piojos, pulgas, ratas, cucarachas y otras alimañas, enfermedades infecto-contagiosas: viruela, sarampión, tos ferina, gripe, difteria, peste, tifus, tracoma, muermo, rabia, gonorrea, tuberculosis, lepra, fiebre amarilla, sífilis y otros, que diezmaron a la población americana, instaurando el mundo moderno, el uso del dinero y el desplazamiento del antiguo sistema del trueque.

El uso de la historia como antecedente que nos permita divisar un elemento característico en las pandemias, es sin dudas la gran cantidad de ventajas que proporciona la inmunidad, permite una colonización más efectiva, en menor tiempo y propicia la generación de riquezas. Sin embargo, a pesar de ser eventos que marcan un cambio social, cultural, espacial, existe un fenómeno que se conoce como espectral; el cual no asocia las ideas de manera cronológica, esto nos da acceso a profundizar en un orden de ideas indican fuentes ideológicas más puras (haciendo referencia al espectro de un mundo que podría ser libre). 

En ese sentido cito una reflexión del filósofo e historiador Edmundo O’ Gorman “Cuidado con los fantasmas de la historia... Quiero una imprevisible historia como lo es el curso de nuestras mortales vidas; una historia susceptible de sorpresas y accidentes, de venturas y desventuras; una historia tejida de sucesos que así como acontecieron pudieron no acontecer; una historia sin la mortaja del esencialismo y liberada de la camisa de fuerza de una supuestamente necesaria causalidad; una historia sólo inteligible con el concurso de la luz de la imaginación; una historia-arte, cercana a su prima hermana la narrativa literaria; una historia de atrevidos vuelos y siempre en vilo como nuestros amores; una historia espejo de las mudanzas, en la manera de ser del hombre, reflejo, pues, de la impronta de su libre albedrío para que en el foco de la comprensión del pasado no se opere la degradante metamorfosis del hombre en mero juguete de un destino inexorable”,.

Quizás a través del espectro de lo que no está, podamos generar una cura social que estabilice la generación de nuevas ideas que trasciendan en una vida emancipada del consumo de lo saludable. Entender que la enfermedad es parte de un aprendizaje mayor, de un equilibrio del que nosotros mismos somos cautivos, pero al final, elegimos de manera espectral, esperando un “milagro” que nos exonere de elegir si morir de un virus o adaptarse y crecer.


La realidad y la ficción siempre tienen algo de real.


En la película Children of men (2006) de Alfonso Cuarón, los sucesos ocurren en Londres durante el año 2027, cuando la población sufre guerras, terrorismo nuclear, enfermedades mortales, contaminación, suicidios masivos y la cruel desesperación por darse cuenta que durante dos décadas de infertilidad humana han dejado a la sociedad al 
borde del derrumbe, está en la antesala de la extinción. La película, se centra en un activista político convertido en burócrata que deberá cumplir con una misión clave para la supervivencia de la humanidad. Este tipo de enfoques contienen una anamorfosis social, pasamos de relatos míticos como La Ilíada de Homero a contarnos historias de depredación, hiper-sexualización, control mental, etc. Escenarios de caos son los favoritos de la industria para desarrollar una amenaza que arrasa con la población mundial y siempre existe un superhombre, capaz de superar al Übermensch de Zaratustra, el cual nos salva, nos libera y nos muestra el camino a seguir, creando una iconicidad que marca a generaciones.

Las pandemias son una de las mayores inspiraciones para las representaciones filmográficas, en ellas podemos encontrar similitudes y en casos extremos, vivir la misma película, mismas consecuencias, muerte, destrucción, hambruna, sin embargo, la nueva percepción del tiempo que tenemos, nos obliga a pensar que un evento global es una cosa que aniquila de manera fulminante y no es así, el mundo real nos reclama paciencia, nos exige estoicismo a pesar de que nuestro sistema monetario, nuestra misma libertad física esté convulsionando, agonizando por la idea de que la realidad positivista es la que domina en gran medida nuestra actualidad.

 Sin embargo, el actuar vehemente del ser humano es siempre sobrevivir o al menos eso es la ilusión que hemos creado a partir de la manipulación de las imágenes, la simulación de guerras comerciales, fenómenos sociales que le exigen al capitalismo una igualdad que no está inscrita en su ADN.


Durante los siguientes meses de encierro por el Covid-19, seremos grandes consumidores de cine norteamericano; la instalación de la red 5g, el colapso económico mundial, parecen escenarios propuestos para un guion de película hollywoodense, en donde el gran vencedor, una vez más aniquila la decadencia, nos eleva en una nueva superficialidad, en prometernos nuevas tecnologías que acentúen el control, cambiarán las necesidades de placer y de hiperconsumo, mutarán las imágenes de estos elementos sin que nos demos cuenta, hasta que la siguiente crisis de la humanidad, nos alcance. Susana distancia nos cura de todo.

El tiempo al tiempo... en abril de 2020, específicamente en México, encontramos condiciones sociopolíticas sumamente preocupantes, los fantasmas del neoliberalismo nos vapulean, mientras los fantasmas del comunismo azotan en Europa con la privatización de aerolíneas italianas, la condonación de impuestos en Francia y el distanciamiento Smart de Holanda. El mundo convulsiona, el orden postmoderno está tomando la forma que muchos pensadores vaticinaron, la carrera por el nuevo control está tomando un giro inesperado, Deleluze, Derrida, Lyotard, Bauman, Nietzsche, estarían enormemente complacidos de teorizar en este escenario, es el tiempo de nuevas reflexiones, la creación del conocimiento es en gran medida uno de los únicos antídotos para trascender de los virus, de las pestes, de las guerras, Foucault, Benjamín, Heidegger, siguen trascendiendo, siguen dialogando con nosotros, en nuestro aquí y nuestro ahora, devienen de épocas de desorden, épocas que cimentaron muchos de los fenómenos con los que vivimos hoy en día. 

La globalización es ese estado en el que se nos invita a pertenecer a la mátrix que han creado las élites, sin embargo, hay que tener precaución de fiarnos de lo intangible, las herramientas con las que contamos nos exigen responsabilidad, formar un criterio que cultive en antídoto a tantos sistemas de control, saber jugar las piezas de ajedrez es parte del aprendizaje post postmoderno.


Como última reflexión me permito increpar un poco al respecto de cómo sentimos en confinamiento. Los aspectos más rescatables son sin dudas el respiro que se le da al planeta, a las playas, los mares, el aire. En gran medida el aislamiento total es un espejismo, el coronavirus estaba destinado a aparecer en tiempos de tensiones políticas y comerciales o estaba predispuesto en nuestro ADN como una medida de reestructuración de un nuevo orden mundial... Como sea, el nuevo porvenir nos exigirá nuevas cosas, demandará nuevas necesidades, todo es cíclico, todo se mueve en sincronía con círculos que generan legitimación de la legitimidad. 




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Análisis en tiempos de pandemia.

José Antonio García Arechiga


Desde que empezó la contingencia era impensable que la infección llegara a mi cotidiano y a todos los lugares en donde transito o transitaba en épocas de libre dispersión social y mientras las medidas sanitarias avanzaban la posibilidad de que eso pasara era cada vez mayor, había miedo, pero mas incertidumbre en gran parte de las personas con las que frecuento y en otra parte habría incredulidad aun cuando avanzaba la contingencia y las medidas que cada vez eran mas drásticas.


Algunos eran acusados de irresponsables, de ignorantes o de faltos de moral mientras los otros nos acostamos en nuestras camas todo el día y la reclusión ha supuesto un tormento de ociosidad, hay criticas de todos lados y frente a la urgencia y la libre expresión, la intolerancia toma lugar en los discursos cotidianos criticando a todos quienes no siguen las recomendaciones del un estado-nación al mando, o en cualquier tema que sea posible, la libertad de expresión nos ha vuelto expertos en cualquier cosa sobre la que podamos abrir nuestro falto intelecto.


Pero volviendo al punto.. Quienes se han mantenido incrédulos ante la llegada de un atentado contra nuestra integridad, que incluso han llegado a ser irresponsables, creo que es la respuesta a un abandono por parte de un sistema político a lo largo de una historicidad muy prolongada, antes que acusarlos con cualquier adjetivo de menosprecio, habría primero que repensar con calma todo lo que acontece -incluso si detenerse a pensar en medio de la urgencia suponga un privilegio sustancial, pero ante el privilegio, lo mejor (considero yo), seria utilizarlo de buena manera, para aprender, discutir y transmitir- nuestras posibilidades frente a las posibilidades de los otros, las posesiones de los poseídos y las desposesiones de los desposeídos.
Desde mi posición, desde mis privilegios fundados en quien sabe que cosa – y si estos sustentan la desposesión de otros- de mis aquejos, mis problemas, mis ociosidades, desde mi realidad, hacia un análisis de nuestra realidad.

Fueron días extraños los anteriores a tener que guardarnos y darnos esa reclusión un golpe de realidad que quien sabe sobre que esta basado, o mas bien, basado sobre arbitrarias posiciones heredadas de verdad que hoy atentan contra nuestras realidades, nuestras o tal vez llamarlas nuestras seria quererme poner de un lado que no me corresponde.

Tuvo que haber un ultimo día en que el que el asfalto paso debajo de nuestros pies por última vez y para mí fueron dos para poder ponerle nombre al final. Los cuadros se guardaban y la entrada incluso no se cobraba dentro del MUAC, me comentaron que respetarían la cuarentena pero que no sabían cuándo iban a volver a abrir.

Los siguientes días fueron de completa reclusión, de resguardo y de distancia social hasta el momento en que escribo estas líneas. Había habido momentos donde hubiese querido que el mundo se detuviese un momento y poder aclarar para la mente acontecimientos que necesitaban mas horas para digerirse, pero injustamente llegaron a destiempo y ahora sólo queda rememorar los errores.

Pues estar recluido supone una regresión mental que hasta este momento habrá que repensar todo lo pasado puesto que nada se detiene, siempre corremos la realidad como un incesante recorrido de aconteceres sin lugar para el arrepentimiento, mas que en momentos de turbia calma, las horas de repatriar las memorias y vomitar los recuerdos pueden pedirse prestadas a al resguardo, pues le sobra tiempo.

Quizá los andares históricos son sólo una bolsa de acumulación de errores y por eso la espalda duele un poco más mientras uno da mas vueltas al sol, pues sólo son ellos los que atormentan el presente en cualquier momento desde el que se intenten volver a rememorar, desentrañar todos los cúmulos de paja que cargamos y recordarlos podrían turbar la subjetividad, como si ésta no estuviera ya al borde de la histeria intentado cumplir el contrato en cualquiera de sus realidades.

Pero no hay que arriesgarse a perder la cordura con la remembranza, puesto que dentro, apenas la estamos recuperando un poco: sentirse dentro de los nuestros y avivar las solidaridades, construir la comunidad mas primigenia que a veces se creía olvidada o quizá hasta destruida en los andares históricos y toda la reconstrucción que con eso conlleva, o la construcción constante que a veces se queda suspendida y su reavivamiento, reconstruir los afectos o mas bien, recordarlos.

Había que encontrarnos fuera de toda la malaria para reconstruirnos, aunque esto conlleve paradójicamente, un poco, la destrucción de uno mismo.
Pero la remembranza personal y el análisis regresivo, la reavivación de las solidaridades, la reapropiación de nuestros afectos que creíamos olvidados e incluso el lograr bajarlos de un ramo dentro de lo subjetivo a la discursividad tangente, el nombrarlos y lograr dotarlos de condiciones de existencia para la discusión, implica ejercer distintas ramas de poder dentro de el acontecer personal, desde partir unas pechugas de pollo de dos kilos congeladas hasta buscar cortar varillas para sostener el carbón de un anafre dañado por las andadas históricas, desde hacer un análisis de las reformas penales y las técnicas del uso del poder y sobre la condición humana, hasta tener la capacidad temporal para escribir un análisis de la micro-sociedad personal en tiempos de pandemia.

Cuando el resguardo social implica una forma de parálisis temporal -al menos en el ramo personal- y una turbia regresión, cuando el distanciamiento implica un acercamiento con los pares mas cercanos, cuando el ocio acapara las acciones diarias y cuando se es capaz en entrar en discusiones teóricas-digitales y la utilización de dichos espacios para compartir subjetividades de manera virtual, no es mas que reafirmar estructuras de poder mal fundadas y es que no existe ninguna acción personal que carezca de implicaciones políticas.

Nuestra forma de reafirmar nuestra posición social en la estructura política jerárquica de la sociedad contemporánea es la misma que marca la notable diferencia para quienes las mismas estructuras políticas han hecho desposeedores de cualquier privilegio. Nuestros vanos aquejos dentro del resguardo -y aun también fuera de él; pero el resguardo ha vuelto visibles tales estructuras jerárquicas arbitrarias- se fundan y se desarrollan sobre las desposesiones y los desposeídos, su trabajo incesante, no capaz de paralizarse, ni aun de realizarse fuera de las instancias en las que se realiza, es la base de toda estructura que nos mantiene sobre de ellos, gestionándose su miseria, gestionando sus afectos, cuestionando sus medios y culpándolos de las injurias que acontecen, “Es preciso así, que se juzguen y se condenen entre todos quienes conforman la sociedad, para desprender de cualquier responsabilidad al estado”. Foucault, vigilar y castigar.

En nuestras quejas y nuestras miserias, en nuestros problemas y dificultades y nuestros medios para canalizar el ocio – y aun mas el poder acceder ocio en momentos de crisis y fuera de ella- forman parte de estructuras de poder que mantienen la miseria y la preeminencia sobre nuestros subalternos mas dóciles.

A los abandonados tan solo se reafirma mas su posesión de abandonados y a los desposeídos su eterna desposesión desde las retóricas de cualquier estado-nación frente a la contingencia.
“”(...)
Volveremos a la edad media, cuando los ricos vivían dentro de las murallas y los pobres solo entraban para trabajar: vivían y morían fuera de ellas. Entramos en un momento no sólo neo-feudal y neo-colonial sino globautoritario, y creo que Trump es solo una ficha: se están moviendo estructuras mucho más fuertes. (...)”Todo lo que nos queda es (el) ahora, textos con corazón y dignidad sobre la pandemia de nuestro tiempo, G- lobautoritarismo de Sayak Valencia desde México, Pág. 2.

La gestión de las urgencias sanitarias pareciera mas ser una gestión de los afectos y una gestión económica y social que no atenta contra las bases que sostienen toda la miseria y mas bien, pretende regresar a la invisibilidad que el tráfico diario de las sociedades ajetreadas suponía, de ahí su urgencia a regresar a la normalidad – si eso supone una normalidad.

El discurso bélico oculta las raíces del problema, ataca el virus, pero no las causas profundas de la enfermedad que tiene que ver con el modelo de sociedad instaurado por el capitalismo neoliberal y la expansión de las fronteras de explotación en todos los rincones del planeta. Este ‘enemigo invisible’ es una metáfora que sirve para fortalecer los discursos nacionalistas-totalitarios, cierre de fronteras para las personas, promueve la economía de fuera en donde se generan fondos billonarios para ‘hacer frente a las consecuencias’ de la pandemia.” Radio Zapatista, [hackear la pandemia v 1.1] Estrategias narrativas en tiempos de Covid-19.

Incoherentemente para quienes la cuarentena es sobre llevable, también supone un grado de sanación de la malaria neoliberal pues nada nos(les) exime de los embates causados por el cumplimiento del contrato social, pero esta sanación supone problemas demasiado banales a comparación de las coacciones estatales que consecuentemente se realizan hacia los desposeídos; y su condición de desposesión continua a pesar de

cualquier contingencia que acontezca nuestro contemporáneo, siempre pretendiendo ejercer discursos por parte de quienes ejercen su valor de verdad, en donde quienes están en la primera línea sean nombrados como héroes indispensables, como los campesinos, que cuando han salido a defender su territorio de los megaproyectos que atentan contra él han formado una traba para el progreso.

Hoy que logramos ver la estructura social desnuda y los mas vulnerables a flor de piel, Tendríamos que repensar nuestras realidades y nuestras conexiones comunitarias, rehacer nuestros afectos en lo personal, pero también en lo público, engendrar lazos de solidaridad, y plantear la urgencia como una guerra que engendre nuevas comunidades. En un mundo en donde nos incitan a vivir individualmente y que sobre las individualidades se construye la desposesión, crear la comunidad, supondría un asalto a la regularidad de las políticas contemporáneas.

La libertad individual no es algo que pueda blandirse contra el gobierno, pues es precisamente el mecanismo sobre el cual este se apoya, el mecanismo que regula lo mas finamente posible con el propósito de obtener, de la agregación de todas esas libertades, el efecto de masas previsto.” Comité invisible, a nuestros amigos.

Si el ejercer la política y sus estrategias desde un punto jerárquico supone la eliminación de toda la creación de comunidades y la exaltación de la individualidad, entonces creemos las comunidades que hacen falta para hacer frente a toda la desposesión contemporánea.

Mientras habrá que analizar y discutir, conocer y cuestionarnos, estar listos para salir a las calles a reconstruir lo que aún no existe, las solidaridades intrínsecas al ser humano y a concretar el rechazo a toda jerarquización y economía sustentable del poder.


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Reflexiones de Cuarentena.


Leslie Fernanda Ortega Vallejo

La historia de la humanidad ha tenido muchos sucesos de mayor impacto que se han repetido cómo reacción en cadena. Sin embargo el hombre se ha desarrollado a partir de sus propios errores como especie. Muchos de los temas que se tocarán aquı́ son el devenir de estos errores. Además de relacionar los eventos del presente con los del pasado, colocándolos en diferentes planos y utilizando este ensayo como lugar de enunciación de mi experiencia y de análisis.

Los “inesperados” (me refiero inesperados por ser irracionalmente esperados) eventos que están sucediendo a mi alrededor me brindan una percepción de cómo es que están las cosas y una de ellas es la crisis, no sólo la emocional, la económica, sino también la política. Abordaré cada una de ellas con mi respectiva crítica e investigación.

Crisis Social.

En lo personal, la sensación claustrofóbica del encierro, me lleva a una condición de ansiedad y miedo. Sé que esto podría ser un estado algo superficial, pues no me encuentro en una posición de precariedad alimenticia o de salud. Por otro lado, a través de las redes sociales , al observar a mis amigos, me da la impresión de que ellos tienen la misma angustia que yo. Unos la manejan realizando diferentes actividades de distracción y otros sólo consideran que será un estado momentáneo y no le dan mucha importancia. Realmente creo que el sentimiento social es el mismo que el de una guerra, existe el temor de salir, sólo que podría considerarse una guerra contemporánea porque no hay balas (aún).

De la misma manera podemos empalmar la crisis social por ser el núcleo principal de este texto y por su desbordamiento del caos, el cuál comienza a surgir como una segunda pandemia porque ası́ cómo las redes sociales y los medios de comunicación nos otorgan información, también existe la desinformación, desatando un montón de conductas: las compras de pánico, gente que no toma con seriedad la situación y realizan actividades “normales” por no creer en los eventos actuales, argumentando que es un invento del gobierno. Lo que nos hace revisar otro acontecimiento histórico en nuestro país:

En 2009, cuando pasó la pandemia del la gripe H1N1 y fallecieron más de 18,000 personas, entonces ¿qué acciones tomó el gobierno y qué tipos de medios había?. (No eran las mismas que ahora, claro está!), y yo no recuerdo otros medios más que la TV, la radio, el periódico y revistas. Entonces me cuestiono, si ahora ya existe un mayor desarrollo en la comunicaciones, ¿Cuál sería el detonador de las conductas de caos y pánico?. Uno de los factores para esta respuesta está en la condición del saber, por ser un objeto de investigación y de transmisión de conocimiento y por consiguiente, las principales responsables y representantes de estas dificultades son las fuentes de información y su manipulación por el dominio de las masas y del territorio.

Jean François Lyotard señala en La Condición Posmoderna que: “Después de dominar la explotación de materias primas y de la mano obra barata, es pensable que se peleen por el porvenir para dominar las informaciones”1

1 La Condición Postmoderna . Informe sobre el saber- Jean Fracois Lyotard- Cap 1-El saber en las sociedades informatizadas.

Para hablar de este problema de información y distribución sociopolítica, creo que es bueno citar a Emily Martin que analizó la relación entre inmunidad y política en la cultura americana durante la crisis de la polio y el sida. Llegó a la siguiente conclusión “La inmunidad corporal, no es solo un mero hecho biológico independiente de variables culturales y políticas. Bien al contrario, lo que entendemos por inmunidad se construye colectivamente a través de criterios sociales y políticos que producen alternativamente soberanía o exclusión, protección o estigma, vida o muerte.”2

Manifestación sociopolítica.

Partiendo de dicha inmunidad, puedo mencionar muchos ejemplos de este comportamiento en la sociedad. Los mas visibles son las tendencias a nivel virtual e informático: Los challenges, los influencers (ambos famosos en redes: Instagram, Youtube, etc...además de ahora estar en su cúspide). El consumo de los anteriores nos llevan aquí a un determinado seguimiento de lo que es visto y por ello mucha gente llega a quemar hospitales3. Otra consecuencia de este seguimiento es la xenofobia4, en este caso por la gente del mismo paıś donde se originó el virus, China. Éstas son acciones que en un primer plano, se muestran inofensivas pero poco a poco, de manera consecutiva y colectiva se vuelven pequeños detonadores que marcan nuestro contexto social.


2 Aprendiendo del virus, Publicado en El País 28 de marzo, 2020 .Por Paul B. Preciado*, pág 3.
3Aristeguinoticias https://aristeguinoticias.com/0104/mexico/en-morelos-amagan-con-quemar-hospital-habilitado-para-atender-pacient es-con-covid-19/

4 https://www.elsaltodiario.com/racismo/xenofobia-america-latina-expande-mas-rapido-coronavirus


Yo nombrarıá estas conductas cómo virus sociales, por manifestarse de la misma como un agente infeccioso, que se expande cada vez más. Por lo tanto me atrevo a decir que estas acciones son secuelas de la transformación de algunos acontecimientos pasados en nuestra historia de la humanidad; Uno de ellos fue la dictadura de Mao Zedong, Ex Presidente de la República Popular China, quién buscaba una utopía política y social a base de muchas muertes y de la recesión. Otro caso fue el nazismo; que de la misma manera en que se esparcía, ejecutaba y separaba a las personas (judíos, homosexuales, etc) por considerarse cuerpos que amenazaban la “soberanía social”. De igual modo, la supremacía que sigue vigente con la competencia global por conseguir la cura del virus. (principalmente China y Estados Unidos).

Entonces, la crisis es tomada como un valor de avance y desarrollo?, era lo mismo que se pensaba de la modernidad por considerarse una construcción cultural basada en las condiciones específicas de cada etapa llamada crisis.

Por consiguiente, de la crisis deviene la utopía (al menos esa es mi argumentación hermenéutica a partir de mi investigación) y en el ámbito diplomático se hace presente este devenir con la hegemonía principalmente de grupos sociales y políticos, por ejemplo: La Unión Soviética realizaba experimentos con la gente con el afán de mejorar a la especie humana desde la selección artificial; meta irrealizable que Stalin comisionó a Ilya Ivanov a quien, en la década de 1920, cuando falló, se le mandó arrestar. Después se integró Trotski al proyecto socialista y se realizaron campos de concentración para aquellos que estuvieran en contra de su gran experimento utópico. A fin de cuentas, cuando la teoría del trotskismo se opuso a la del estalinismo, el dictador Stalin mando a asesinar a Trotski en México en 1940.

Así puedo dar más ejemplos de marxistas revolucionarios, comunistas, socialistas y capitalistas utópicos tanto de oriente (Corea del Norte) como del occidente (Porfirio Díaz).

Muchas de las utopías se utilizan como engranajes de función para el arquetipo actual de una sociedad materializada y siendo así, me doy cuenta de los “sacrificios” ( lo pongo así porque los soñadores lo visualizaban así) de matar a decenas de millones de personas para alcanzar un sueño utópico, con lo que se llega finalmente a una distopía o cacotopía (lugar malo).

Para remplazar la idea de la utopía, el futurista Kevin Kelly nos habla de un neologismo llamado protopía: Una protopía es un Estado que es mejor hoy que ayer, aunque sea un poco. La protopía es mucho mas fácil de visualizar porque contiene tantos problemas como beneficios, esta interacción compleja entre cosas que funcionan y cosas que están rotas es muy difícil de predecir.”5. Poniendo como demostración los logros morales ocurridos en los siglos pasados: la atenuación de la guerra, la abolición de la esclavitud, etc, en el sentido en que van ocurriendo un paso a la vez, sustenta la protopía como una salida.

Una demostración actual de ello son las acciones que se ejercen durante la crisis económica que avanza y se presenta de manera paulatina, muchos negocios familiares, pequeñas y medianas empresas están tomado y adaptándose a otras medidas de comercialización para el público, ya que el producto interno bruto (PIB) tuvo un descenso de 3.9%6.

Éste será sin duda un gran golpe para nuestra economía y para nuestra relación como sociedad, pero considero que es una oportunidad de solidarizarse y unirse con nuestro país .

5 Revista UNAM. Nueva Época. Núm 842.La utopía es un ideal peligroso- Michael Shemer. Pag.41. 6 https://elceo.com/economia/crecimiento-economia-mexico-pronosticos-2019-2020m/


Apertura Artística

En el ámbito artístico habrá una nueva apertura y líneas temáticas porque al igual que diversos acontecimientos anteriores, han sido retomados como temas, la situación actual esta planteando muchas derivas y movimientos que serán también tomados por el circulo de artistas, escritores, filósofos e historiadores. Porque dejarán trazada nuestra posición, el lugar y el punto de vista que cada uno esté abordando de dicha problemática.

Esto me recuerda a la frase de Hal Foster en “Introducción al posmodernismo”

“Ante una cultura de reacción por todas partes, se necesita una practica de resistencia”.7 El arte ahora se manifestará en forma de vanguardia anárquica como el post modernismo, la contemporaneidad hará una ruptura y deconstruirá las herramientas tradicionales del arte para renovarlas de manera progresista. Además de que se usará como un lugar de nuevas representaciones, ideas, conceptos de una auto-conciencia y de pensamiento cognitivo.

Espero que de estos hechos pueda emerger una conciencia colectiva y una pauta hacia la reflexión histórica porque este conjunto de sucesos están al mismo tiempo conjugando una nueva etapa del arte.

Cada acto de creación resiste contra algo; Deleuze plantea que resistencia: (...)

“significa siempre liberar una potencia de vida que había sido aprisionada u ofendida”8. En tal caso , lo que ahora resiste es nuestra supervivencia humana y por ende, la supervivencia del arte. Tendrá efectos, individuales, sistémicos y sociales que van a desembocar cambios hacia la expresión, la estética y la propuesta artística.


  1. 7  La Posmodernidad. Selección y Prólogo de Hal foster .Editorial Kairós. Pag 17.

  2. 8  El fuego y el relato- Giorgio Agamben -¿Qué es el acto de creación?- 2014.



Estas obras son una demostración del estado de precariedad e incertidumbre en el que se encuentra el rubro cultural a nivel nacional: Puedo mencionar el decreto por el Presidente Andrés Manuel López Obrador para la extinción de fideicomisos (entre ellos , el FONCA) como una de las principales repercusiones hacia el desarrollo de la escena artística.


“Protestan en maquiladora por empleados infectados de Covid19”. 

El artista hizo una interpretación de una nota periodística pero utilizando su propio número de empleado. 

Obra por Luis Roacho de Ciudad Juárez, Chihuahua.


9 Imágenes e información de las obras tomadas de https://obrasdeartecomentadas.com


Adán Quezada, de la serie “Los Ositos Precarizaditos”. 

Capítulo: PILARES y outsourcing en la cultura comunitaria estatal, 2020


Conclusión Personal.

Considero que los acontecimientos que se nos están presentando, son el resultado de la inconsciencia y el egoísmo, ahora debemos de aprovechar éste tiempo para reflexionar y sacar nuestro lado estoico ante las adversidades de este nuevo orden mundial y de la carencia. El coronavirus está poniendo a prueba nuestro sistema, por lo que no nos queda otra alternativa que adaptarnos y solidificar nuestra relación de un modo más empático con la sociedad.

La naturaleza está reclamando la sobre explotación natural de lo suyo y de la misma forma empuja al hombre a pensar por la humanidad y no por sí mismo. Esto me recuerda a la siguiente frase del filósofo y ensayista surcoreano Byung-Chul Han: “Somos NOSOTROS, PERSONAS dotadas de RAZÓN, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta.”10

MI estado actual lo considero como un momento de duelo conmigo misma por mantener la cordura y por conseguir la estabilidad emocional. La paciencia y el arte son mis únicos métodos de escape. Pienso utilizar estos momentos para manifestar mi creatividad y transmitir mi sentir de los hechos de forma remota hacia los demás. Aparte de disfrutar este tiempo con uno mismo, dando la atención a mi cuerpo y bienestar que antes no le daba y de valorar lo que me rodea.

.10 La emergencia viral y el mundo de mañana Por Byung-Chul Han*-Publicado en El País 22 de marzo, 2020.



Pandemia contra pandemia . 2020 Arte Digital. (2000x2000 pxl) Manny Punky. 



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El COVID Y SU INFLUENCIA EN LA SOCIEDAD POSMODERNA.

Seminario de Teoría. Profa. Ana Lilia Maciel


Luis Alberto García Miguel.

Es curioso, antes la humanidad se preguntaba por la muerte, o mejor dicho ¿que hay después de la muerte?, buscaba encontrar un sentido a la vida y llenaban con ideas estos huecos existenciales, surgieron así los dioses de todas las culturas antiguas. Buscaban la razón del ser en la tierra, ¿Por qué estamos vivos?, cuál es nuestra finalidad en este mundo?

El filósofo francés Lyotard, divide la historia en 4 grandes relatos que buscan justificar estas y otras dudas, el relato del cristianismo cubre la parte espiritual, promete un paraíso después de la muerte, un lugar lleno de paz para los que fueron buenos en vida.

Otro de los grandes Relatos es el marxismo, en este relato está la promesa de una sociedad justa, equitativa y plena, sin diferencias de clases sociales ni una explotación de la clase proletaria.

El iluminismo es otro de los grandes relatos para Lyotard, esta corriente filosófica buscaba la plenitud de la sociedad basada en la razón.

Por último, tenemos el relato capitalista, el relato en el que prometen una sociedad en la que el capitalismo da estabilidad económica y con esto una vida de “calidad”.

Todos estos grandes relatos de la historia tienen un punto en común, todas estas doctrinas prometen un estado de plenitud; algunos proponen soluciones diversas: algunas doctrinas proponen lo racional, lo espiritual, o lo económico, como medios para llegar a dicho estado de bienestar. Las figuras representativas de estas ideas también han ido mutando, en un principio eran los sacerdotes, después los reyes, para dar paso a los burgueses, hoy también llamados empresarios.

Hace unos siglos el poder era ejercido de arriba hacia abajo en forma vertical, el rey ejercía su voluntad hacia sus súbditos, era quien imponía la justiciay era quien solía condenar a los que eran juzgados (también por él) y de manera subjetiva, esto daba pie a tener castigos mucho peores que el delito cometido, por ejemplo, algún súbdito culpado de robar podía ser condenado a la amputación de un miembro, o la muerte misma, todo dependía del sano juicio del rey. Era rey y juez por mandato divino; a esto, Foucault le llamó poder soberano.

Casi todos estos castigos eran de tipo físico, castigaban el cuerpo con flagelos, amputaciones, hombres castigados con la horca, desollamientos y un largo etc. recordemos también los castigos ejercidos por la iglesia con la “santa inquisición”. Todas estas penas eran ejercidas en público como una forma de aleccionar al resto de la sociedad, era la forma de mantener el orden a través del miedo.

Foucault estudió como con el tiempo el castigo pasó de ser un acto público al que acudían las familias en la plaza, a un acto privado que se lleva a cabo dentro de prisiones. Las penas hoy las dictamina un juez, y pasan de ser físicas a mentales, pues, el estar encerrado en una prisión repercute en la mente del condenado.

Foucault nos da otro ejemplo. La formación de militares; formar a un soldado física y mentalmente lleva un proceso, el soldado debe cumplir con las necesidades para los que son educados, física, mental y emocionalmente. Físicamente necesita tener la condición y la fortaleza para recorrer largas distancias, debe manejar técnicas de combate para poder enfrentar a soldados rivales. Su formación mental consiste en tener en la conciencia que su lucha es justa y correcta, la implantación del nacionalismo para defender una nación o la idea de libertad, por ejemplo.

El ejército es un claro ejemplo de una sociedad formada para cubrir ciertas necesidades, se divide dependiendo las mismas, hay batallones de infantería, caballería, arma blindada, artillería, estas son ramas especializadas en el combate , los zapadores se dedican a la construcción de puentes, fuertes, aeropuertos, etc., transmisiones son los especialistas en las telecomunicaciones, transportes a movilizar el personal y así, cada arma o servicio cumple con una función específica, con adiestramiento específico y especializado. son un claro ejemplo de disciplinamiento, producto desarrollado por medio

de ejercicios, técnicas y tácticas específicas, este tipo de formación lo podemos notar también en las escuelas, el sistema educativo busca educar a todos en un mismo estándar, los cuerpos de los estudiantes son sometidos a estar horas sentados en un tipo específico de mobiliario, bancas con paletas fabricadas para personas diestras, nos la pasamos horas frente a un profesor que debe cubrir un temario específico, como si todos necesitáramos los mismos conocimientos .

Los empleados de una fábrica son condicionados a cumplir un horario de trabajo día a día, todos estos cuerpos (militares, estudiantes, empleados) son estudiados para obtener conocimientos útiles para la producción, pero también para poder controlarlos mediante lo que llama Foucault la microfísica del poder, así, disciplinas como la medicina, la psicología, mercadotecnia, etc. estudian al cuerpo humano para, a partir de estos conocimientos poder incidir dentro del sujeto y homogeneizarlo.

Hoy en día toman importancia cuestiones como el estatus, intelectual o el económico. Los saberes científicos son considerados con mayor importancia que en la edad media, por ejemplo, el discurso científico es validado por nosotros como si fueran una forma de religión, otorgamos permisos para que examinen nuestra sangre, nuestros órganos, confiamos en que un médico puede brindarnos una buena salud.

Respecto al fenómeno que hoy en día vivimos, creo que estamos siendo de alguna forma vigilados, ya no mediante el panóptico tangible, aquella torre de vigilancia de la cárcel. Se ha cambiado a las torres de repetición de los medios de comunicación, hoy somos vigilados mediante las redes sociales, además de que, al igual que en la panóptica, nuestros vigilantes son “invisibles” a nuestra vista, sabemos que nos vigilan, pero no vemos quien.

El miedo al COVID 19 nos está condicionando a relacionarnos mediante mensajes de texto, imágenes, videos, etc. la contingencia en la que nos encontramos nos ha obligado a separarnos y mantenernos en un estado de abstinencia social, se ha cambiado la presencia por la imagen virtual, las reuniones con los amigos, socios, profesores, etc. Se

han cambiado por video llamadas. Incluso bandas de música se han presentado mediante conciertos en diversas plataformas virtuales.

En el tema de educación, se ha cambiado la clase presencial por un intento de clases en línea, cosa para la que nadie en el mundo estaba preparado, cambiamos los salones por el estudio, la sala o cualquier lugar donde podamos conectarnos a la red, estamos siendo obligados a usar un sistema educativo para el que muchos somos ajenos, el profesor ha sido suplido por la investigación autónoma, esto cuesta trabajo para muchos, pues hemos tenido una educación tradicional por muchos años.

La sexualidad se ha influenciado aún más por el consumo de pornografía, empresas dedicadas a esta industria ofreciendo sus servicios Premium para que no salgamos de casa.

El saber es poder. Esta frase está siendo utilizada día a día las 24 horas del día, es de suponerse que se está estudiando el comportamiento de la sociedad en esta cuarentena mundial, vigilan y regulan los contenidos a los que tenemos acceso mediante algoritmos computacionales. Lyotard en la condición posmoderna nos dice que el saber se acumula más en las sociedades y con ello, el poder, hoy confiamos en la ciencia para que nos explique los fenómenos que pasan en nuestra civilización

Se controlan los cuerpos a parir del control sobre las ideas, a diario escuchamos frases como: quédate en casa, no beses ni abraces a las personas en estos días, lávate las manos, etc. Todas estas ideas son implantadas en nuestro inconsciente con la justificación de proteger a la sociedad a partir del cuidado individual.

En esta pandemia los científicos son mucho más visibilizados que cualquier otra profesión, a diario escuchamos a biólogos, virólogos, inmunólogos, etc. Personas que gracias a su especialidad tienen ciertos conocimientos específicos, y es a quien le creemos la mayoría de las personas, pues son ellos los que se han dedicado años a estudiar estos fenómenos.

Otro ejemplo es el poder que damos a científicos de las telecomunicaciones, otorgamos el derecho a que compartan nuestra información a empresas, examinan la cantidad de

tiempo que le damos a nuestras redes sociales, para así poder enfocar la publicidad específica hacia nosotros.

El azar hoy muestra la fragilidad de la humanidad a cosas que no dependen de nosotros mismos, quizás por eso la humanidad se ha esforzado en controlar cada aspecto de nuestra existencia, o por lo menos lo más que se puede, la incertidumbre de estos días ha estado afectando nuestro estado de ánimo, la ansiedad del confinamiento afecta nuestro estado de sueño, las ganas de comer, nos sometemos a stress por una sobreexposición a la información, muchas noticias falsas que intoxican nuestro estado de salud mental.

Este fenómeno nos ha mostrado la fragilidad de la especie humana ante la naturaleza, al igual que los temblores, tsunamis o volcanes nos ha mostrado que por más que queramos controlar la naturaleza somos una especie frágil. Si bien se ha notado una solidaridad y cooperación global por la supervivencia de la mayoría creo que al final de este fenómeno volveremos a lo mismo, los empresarios volverán a explotar a sus trabajadores para “recuperar” las economías” estos a su vez aceptarán con agrado la cadena invisible, para poder sobrevivir e intentar llevar un estilo de vida digna.

Si bien, filósofos como Zizek creen que debemos erradicar el capitalismo y suplirlo con un nuevo comunismo y que este fenómeno puede dar la pauta pare ello, la realidad es algo muy distinto. Los empresarios que controlan la mayoría del capital económico mundial serán los mismos y serán los que marquen la pauta de cómo se irá regresando a la normalidad.

Desafortunadamente la sociedad en la que vivimos volverá a lo mismo, en China por ejemplo después de unos días del levantamiento de la cuarentena ha vuelto a contaminarse, la gente ha salido a hacer lo mismo que hacía antes del COVID 19 y esto conlleva el regreso a las fábricas, la explotación desmedida de los recursos naturales, la auto-esclavitud, y un largo etc. 


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Miranda Couture De Troismonts

ENPEG Teoría 4to semestre

Ensayo COVID-19

Hace poco, revolviendo cuadernos viejos, me encontré con un texto que escribí hace tres años en Argentina antes de venir a vivir a México. Lo titulé pertenecery dice así:

“Hoy pertenezco acá. Poco a poco, sin darme cuenta me voy despidiendo, sin darme cuenta son las ultimas veces que recorro esos lugares cotidianos. Me voy despidiendo de los rincones que hacen este lugar único, de los momentos. Recorro las calles, miro la gente y me concientizo de que pronto estaré en otra calle, recorriendo otro momento rodeada de otras personas. Los olores, las flores y las estaciones ya no serán los mismos.

Lo que uno conoce, a veces pasa a ser historia, un recuerdo. Así uno evoluciona, y se abre a conocer un mundo nuevo y sin darse cuenta pasa a pertenecer a otro lugar. “

Hoy me encuentro en ese momento, hoy, ese texto de hace tres años no puede ser mas oportuno. Por un lado porque se revela la profecía, se cumple lo que predije. Me despedí de mi país y comencé a pertenecer en otro lugar. Pero al mismo tiempo no puede ser mas oportuno ya que lo siento aplicable a la situación actual y a como nos afecta. A como todo puede cambiar un día sin que lo sepamos. A que muy pocas veces sabemos cuando es la ultima vez que vamos a hacer determinada cosa, muy pocas veces somos conscientes de esa despedida.

Nos encerraron con nosotros mismos, sin escapatoria. Nos obligaron a ver muchas verdades. Nos encerraron con nuestros pensamientos, con nuestro tiempo. Nos encerraron con nuestras frustraciones y tormentos. Es ahora que me doy cuenta como nos escapamos constantemente, como huimos de mirarnos al espejo, de reflexionar.

Me hace pensar y no puedo evitar relacionarlo con algunos de las reflexiones de Michael Foucault. Todo lo que estudia sobre las libertades individuales y como analiza el comportamiento de las cárceles y manicomios. Es así como redefine los sistemas de poder instaurados y aceptados socialmente y comienza a plantearse cual es la relación entre el poder y el saber.

Eso detona en mi cabeza y lo pongo en juego con el momento que estamos atravesando. ¿Qué es el saber? ¿Que es la verdad? El saber es lo que un grupo de gente comparte y decide que es la verdad. Entonces somos nosotros mismos los que decidimos que cosas vamos a consumir como verdad. Somos nosotros quienes otorgamos el poder a alguien o a algún medio al darles nuestra confianza. Me preocupa entonces, siguiendo esta línea de pensamiento, entender lo que esta sucediendo y saber que tan cierto es todo, hasta donde llega la desinformación y la expansión de la información sin control y desmedida. La información liquida, instantánea, efímera.

Si todo lo que oímos es verdad el impacto que está teniendo esto causa pánico. Como por ejemplo que entre febrero y marzo hubieron mas de 90.000 empleos perdidos y que va a ser la primera vez en 60 años que Asia no va a tener crecimiento económico. Como tenemos que sentirnos con estas noticias y

estas cifras aterrorizantes. Con la cantidad de muertos que sigue creciendo día a día. Con las calles vacías y los hospitales llenos. ¿Como vivir con tanta incertidumbre? Con tanto desamparo.

Sin duda el Covid-19 ha marcado un antes y un después en la historia y en nuestras vidas. Ha sacado lo mejor y lo peor de nosotros, exponiéndonos a los problemas que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo como sociedad. Exponiendo la poca credibilidad de los gobiernos, de los medios de comunicación, de la rápida difusión de información en las redes sociales y lo errónea que esta puede ser. Exponiendo también las falencias del sistema capitalista en el que vivimos y agudizando las brechas sociales que existen. En esta situación tan crítica vemos una vez más como los privilegios siguen existiendo ya que una persona privilegiada puede tomarse la tranquilidad de quedarse en su casa, de no trabajar, ya que cuenta con los medios necesarios. Pero como afecta este virus a los que menos tienen? A las personas que un día sin trabajar es un día que no pueden comer ni alimentar a sus hijos. A las personas que se quedaron sin empleo, a las personas que no pueden quedarse en sus casas porque no tienen o porque no están en condiciones. A las personas que sufren circunstancias muy difíciles y de violencia en los hogares y que las escuelas y trabajos son su lugar de escapatoria para esa triste realidad. A las personas que en caso de contraer la enfermedad no tienen como atenderse. ¿Que nos dice del sistema de salud pública de este país y de tantos otros? ¿Como es posible que las prioridades estén tan mal puestas en nuestra sociedad? ¿Como es posible que las grandes cadenas de restaurantes y supermercados sigan operando casi con normalidad y los pequeños emprendimientos familiares, papelerías, cafeterías de barrio y demás estén quebrando siendo obligadas a permanecer cerradas? ¿Como se hace para salir de ese círculo donde siempre es el mismo sector el vulnerable? Esta situación nos hace reflexionar en tantos aspectos que nos rodean cotidianamente, realza todos esos problemas que siempre supimos que están ahí en este sistema capitalista neoliberal.

En un mundo donde el tiempo es lineal, donde todo transcurre y no se detiene nunca y siempre avanza nos encontramos por primera vez paralizados. Nos encontramos estancados en un agujero, condicionados. Abrumados por algo que es demasiado grande y global para entender. Nos encontramos mas privados que nunca de nuestras libertades. Nos encontramos “normalizados” como diría Foucault, que es cuando se controla a un cuerpo social para que cumpla su función en la sociedad. También explica que en la “anormalidad” se establecen las relaciones de poder y que la locura implica la exclusión de cierta gente a través del confinamiento y el encierro. Qué pensaría el de todo esto me pregunto.

Citando a George Orwell” Lo importante es mantener a la población en estado de continuo miedo, por lo que las noticias se contradicen de un día para otro, así se mantiene un estado de emergencia nacional interminable justificando cualquier abuso de las autoridades”

Quizás, como yo tres años atrás, un día nos demos cuenta de que todo cambió, que sin saberlo nos despedimos de lo que conocíamos y que nuestra realidad se modificó para siempre.


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Ensayo Seminario Introducción a la Teoría 4o semestre Profesora: Ana Lilia Maciel Santoyo.

“Coronavirus entre la verdad y el mito.” Piña Mejía Nubia Araceli

Para comenzar este análisis y opinión crítica sobre la situación actual que atraviesa todo el mundo con la llegada del Covid-19, me parece pertinente hacer una pequeña reseña a partir del comienzo de todo esto, hasta el día de hoy. Desde la información vaga y alejada de nuestra realidad aquí en México, por muchos kilómetros, hasta la actual fase 3 en la que nos encontramos al escribir este texto.
Debo aclarar que esta reseña que voy a escribir está basada tanto en información recolectada de internet, como de una experiencia muy personal dada la región en la que yo me ubico y en la que yo vivencio todo esto. El caso que más me
impactó, tanto a mí, como a la gente que reside en este municipio por su llegada tan de golpe, fue el de la ciudad de México, yo que me localizo en el Estado de México cerca de la CDMX, y voy a contar esta experiencia desde los primeros días en los que aún viajaba a la escuela, hasta el día de hoy.

A principios de este año existía muy poca información sobre el virus llamado COVID-19 pero por el nombre de “coronavirus” ya existía una noción y alguno que otro rumor sobre la existencia una posible y muy remota existencia, pero a muchos muchos kilómetros de aquí. Nadie parecía preocupado curioso ni alarmado, “ No hay problema somos México “ o al menos eso llegué a leer/escuchar por parte de muchos, tanto en redes sociales y tanto en las pláticas que se escuchan dentro del transporte colectivo donde no existe tanta privacidad como uno creería. Los rumores hablaban sobre la propagación por parte de China y sus tantos malos hábitos alimenticios.

En febrero del presente año, un turista procedente te de China enciende la alerta en el país. Éste fue el primer contacto de este virus cuando este querido país, ya que había comido en un no de estos puestos callejeros de comida y se encontraba hospedado en el hotel Hilton en el centro histórico de la ciudad de México. Según datos clínicos de 38 años desarrolló fiebre y tos que inició el 21 de enero antes de volar de regreso a los Estados Unidos y la atención sugerida fue el reforzamiento de las medidas de vigilancia epidemiológica, incluidas el seguimiento de por 14 días posteriores a su exposición. Esta noticia era muy vaga y solamente percibí chistes con una poca preocupación por dentro.

En este caso el hecho de tener que recurrir a la búsqueda de quienes tuvieron estos síntomas era algo que sólo mantenía poco alterados a los habitantes de la CDMX, los demás estados no presentaban una aceptación a tal situación, tanto por la lejanía a la capital, como por ser solamente “un caso”. La primera empresa que comenzó por tomar cartas sobre el asunto fue Uber cancelando servicios por la noticia de un turista diagnosticado con Covid-19, pero eso sólo fue el comienzo.

La llegada oficial del “coronavirus” a México se dio a conocer el 28 de febrero durante una conferencia matutina con el presidente de México Andrés Manuel López obrador y fue el subsecretario de salud, Hugo López Gatell quien informó que los primeros tres casos fueron importados desde Italia. Los primeros estados en presentar casos fueron Sinaloa y la ciudad de México, en este momento algunos de mis amigos que viven en el norte, tanto como mis vecinos y compañeros de la escuela residentes de la CDMX, comenzaban a tener duda de si entrar en pánico o no, y aún no sabían si creer en ello o no, al igual que en la mente de muchos estaba una constante comparación con países de Europa, al fin sólo eran tres casos y ninguna muerte.

Después del 2 de marzo dan de alta al primer paciente reportado con coronavirus reportado en México, dando indicación de que era importante el estricto

aislamiento domiciliario pero el riesgo de contagio era remoto o bajo, surgió la idea de que este virus no era mortal para para jóvenes ni para infantes, o personas adultas con muy buena salud, pero si muy peligroso para personas mayores con defensas bajas o alguna enfermedad o insuficiencia y claro, gente de la tercera edad.

Para el 12 de marzo cae el peso y la Bolsa Mexicana y a tan sólo 13 días de la llegada del Covid-19 el precio del dólar se dispara debido a que continuaba el nerviosismo colectivo en torno a los efectos que tendría le Coronavirus, y luego, llega la cancelación de vuelos a Europa. Nadie podía salir del país, pero se me hacía muy irrelevante bajarles el precio, siendo que se le da la posibilidad de salir a gente menos privilegiada, muchos dudaron en aprovechar, pero creo yo que algo dentro de sí mismos decía que no sería buena idea, pero lamentablemente algunos si accedieron a esto.

El cierre oficial de clases comienzó el 14 de marzo debido a brotes de coronavirus. Se detalló que las clases se suspenderían del 20 de marzo al 20 de abril en vez del 6 al 20 de abril. Con todos los alumnos en casa se crea el llamado a la “sana distancia, se cancelan eventos tanto religiosas como de entretenimiento y muchas empresas mandan a sus empleados al “home office”. Es en este punto cuando la avalancha de casos y de gente con pánico aumenta, pero eso en realidad no hace que el cien por ciento de la población decida tomar medidas de seguridad y cuidado según sus recursos. Entra en discusión el tema sobre el miedo por parte de la gente más pobre e indefensa, “#QuedateEnCasa” llega como un hashtag mundial, pero para los ciudadanos de México no era una opción viable, o al menos no factible para todos.

Creo que aquí estamos llegando a un punto crítico e importante dentro de la reacción colectiva que notoriamente se divide, ya sea por sus propias creencias, por sus propias carencias y que, sumándolo a todo, llega al inicio de vacaciones

de Semana Santa. La gente se encuentra confundida y no encuentra una confianza válida para que el gobierno no sea el culpable de todo esto, dejan de lado la “Sana distancia “ para disfrutar a como dé lugar sus viajes dentro de la República a playas para festejar Semana Santa sin importar que sean lugares donde se aglomera mucha gente y que fue una de las instrucciones más importantes, no asistir a lugares donde se junte mucha gente y quedarnos en casa únicamente con salidas al trabajo o por alimento. Pero tomando en cuenta que se habla de un sector de la población dónde en mayoría son de clase media/baja y clase media. Dónde lograr conseguir dinero para poder abastecer un fin de semana en Acapulco les toma mucho más tiempo que a la clase alta, a los políticos y artistas del medio. Personalmente no podría justificar la falta de responsabilidad con su propia salud, la de los demás y la del país entero, pero si considero es un resultado de lo anterior mencionado.

Se me hace muy interesante como es que como sociedad y con toda esta saturación de información mediante redes sociales más aparte en las que hay en noticias se vayan creando este tipo de conciencias revoluciones motín es desmentir al gobierno por parte de muchos ciudadanos. Pero lo que si es cierto es la cantidad de información falsa que existe en internet, en redes y que se pasa de persona a persona. Era muy confuso saber cuál de todo si era verdad y cuál no.

Después del llamado a la sana distancia se dio conocer una serie de medidas para evitar la propagación del coronavirus los cuales contemplan suspensión de actividades no esenciales y reprogramación de eventos masivos. Posponen conciertos eventos deportivos y turísticos. El problema anterior era un malestar colectivo al famoso #QuedateEnCasa ya que, a muchos empleados, incluso estando en casa en la computadora les seguían pagando, había quienes se podían solventar una despensa inmensa y quienes vivían en total tranquilidad, a comparación de este sector de la población quién vive al día y no puede dejar de trabajar. Pero en esta ocasión la molestia es otra, la gente no quería quedarse en casa, buscaban seguir con sus actividades como si nada, ¿Por qué no vacacionar

por estar sin hacer nada en casa? Es tanto irresponsable, pero a la vez también están quienes sufren una pesadilla estando en sus propias casas, incluso gente que vive directamente con su agresor. No se puede ser tan condescendiente y acomodar a todos como completos irresponsables, no se sabe el trasfondo ni contexto de nadie. Aunque claro está que muchos al no “creer” que esta pandemia existe y que más que eso es algo organizado pro el gobierno. Y es esto mismo lo que los hace ser más vulnerables, nadie se encuentra inmune a contagiarse, a empeorar, ni mucho menos a morir.

El 17 de marzo la corte de la corte suspende actividades por causa del coronavirus hasta el 19 de abril, el ministro presidente Arturo Zaldívar Lelo de Larre informó que no se celebrarán sesiones, audiencias ni correrán plazos procesuales. También el Instituto Nacional electoral por su parte suspende procesos con él por la contingencia del con labios.

En estas fechas se preparaba todo lo referente a la peregrinación en Iztapalapa, CDMX. Un acto que ya es tradición que trata sobre la representación de la pasión de Cristo, y aunque nunca había habido algo que pudiera interrumpirla, en este año se suspendió para evitar la propagación del-19 entre la población y se transmitiría por internet. La alcaldía de Ixtapalapa Clara Brugada informo que el evento se realizará en un espacio cerrado y sin acceso al público para mayor seguridad.

No se sabía aún nada sobre ningún deceso por caso de coronavirus, hasta la noticia de un hombre de 41 años quien presentó síntomas el 9 de marzo. Se dijo por parte del doctor que el paciente padecía diabetes mellitus tipo 2 y obesidad. La esposa del fallecido detalló que acudió a un concierto en el Palacio de los Deportes y que días después comenzaron los síntomas. Había acudido a presenciar a la banda Ghost. A la par que se vivió este evento masivo, se supo que días después que se logró realizar el máximo concierto: El Vive Latino 2020, donde casi alrededor de cuarenta mil personas asistieron, sí, en aquellos días

dónde estaba el rumor de los posibles contagios y de la gente que estuvo en contacto con el turista el cual no se pudo localizar. Más peligro, más vulnerabilidad.

El 19 de marzo el presidente de México Andrés Manuel López obrador descartó que
habría un toque de queda, también anunció que ya se preparaba el plan de DN-lll y en caso de ser necesario, se contaría con el apoyo del ejército y de la Secretaría de Marina. Detalló que se aplicaría un despliegue sanitario, por lo que descartó la instauración de un toque de queda. Se puso bastante en duda la consciencia del presidente por parte del pueblo mexicano, por un lado, el subsecretario de salud Hugo López Gatell invitando a la gente a tomar las medidas necesarias y, por otro lado, como ya he mencionado, el presidente AMLO diciendo que no es necesario un toque de queda.

Al fin fueron suspendidos los viajes a Europa como cierre parcial de frontera México Estados Unidos. El secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard informó que llegó a un acuerdo con el secretario de Estados Unidos, Mike Pompeo, para que la frontera entre ambos países quedara abierta, a pesar de la pandemia del coronavirus. No se cerró la frontera con Estados Unidos por un virus, pero sí se restringe el paso del turismo, justificó Ebrard.

Del 20 de marzo en adelante cuando aún se seguía en fase 2, los habitantes de la CDMX están asustadas y tratando de cubrir todas las medidas; independientemente de los que viajaron fuera la región del Estado de México, pude percatarme de lo poco que trataron de contribuir, en este pensamiento de que esto es parte de algún plan gubernamental, pero la pandemia aún sigue asombrándome, sobre todo por la manera en cómo se dividen estas creencias en todo el cuerpo social/colectivo.

Solamente pocas veces he podido salir al centro de mi municipio por cosas

necesarias y me he dado cuenta cuenta de la gran magnitud de gente tratando de llevar la vida como siempre, como si no hubiera pasado nada, creo que únicamente con el anuncio de la “fase 3” y el recorrer cuarentena hasta casi junio es lo que los motivó a cuidarse cada vez más.


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Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” 

Introducción al Seminario de Teoría 4to semestre 

Ana Lilia Maciel

Rebeca Martínez Sánchez 

Reflexiones acerca de la enfermedad y sus metáforascon relación al Covid 19


Introducción


En este ensayo me interesa relacionar la percepción que tenía Sontag sobre las enfermedades con la idea que se tiene en estos momento acerca del Covid 19, y mi interpretación sobre este

fenómeno que ha repercutido en nuestra sociedad. Elegí este tema por que se me hizo interesante el acercamiento directo que tiene Sontag, su interpretación se vuelve algo más

personal. A parte de eso, me interesa la manera en que nos afecta socialmente el tema de las enfermedades y el cómo se apropia el concepto para representar ideas. El tabú de alguna forma nos ha orillado a censurarlas, lo cual me llama la atención esta situación ya que a ciertas enfermedades les estamos dando otro tipo de significados e interpretaciones relacionado a lo político,social,y hasta conductual.


Desarrollo

Sontag comienza su libro con una cita de Aristóteles sobre la metáfora: 1

"la metáfora consiste en dar a una cosa el nombre de otra". (Aristóteles)

1 Sontag, Susan, and Mario Muchnik. 1996. La Enfermedad Y Sus Metáforas Y El Sida Y Sus Metáforas,. Madrid: Santillana, Taurus.

Nuestro lenguaje se basa mayormente por metáforas y todo está ligado a la interpretación personal de cada sujeto. Las enfermedades no son la excepción, muchas veces nos referimos

a ellas para darle otro tipo de significados, haciendo que creemos otra manera de interpretarlas. Sontag habla de su experiencia propia acerca de esta interpretación y relación que se tiene con las enfermedades. Pensando en este contexto en específico, relacionamos las

enfermedades con los males. Me llama la atención cómo es que las enfermedades marca la historia y al mundo entero para que tengamos cierta percepción de estas y les demos otro significado de lo que son.

Las metáforas nos pueden ayudar a entender conceptos o situaciones complejas, nos ayudan a traducir la realidad. Sin embargo, para Sontag hay algunas metáforas que se deberían de utilizar con mayor responsabilidad o simplemente no ser mencionadas. Hay varias metáforas que nos dan entender que un sujeto está enfermo, pero de una forma despectiva. Hay enfermedades que son igual de letales como el cáncer, la tuberculosis y hasta el Covid 19, sin embargo no se les tiene la misma interpretación de aborrecimiento como se tiene/tenía en las otras dos antes mencionadas. No todas las enfermedades llegan a tener ese impacto metafórico, una característica de estas enfermedades que son más temidas que las demás es que por el momento son incurables. Son enfermedades que metafóricamente y científicamente son incomprendidas Lo incomprensible es misterioso y las cosas misteriosas son desconocidas.2


El desconocimiento nos da pavor ya que no se pueden controlar las cosas desconocidas, por lo que generamos cierta inseguridad hacia lo desconocido, misterioso y lo incomprensible. Nos comportamos diferente a las enfermedades misteriosas, nos limitamos a mencionarlas, nos cuesta hasta pensar en estas. Se nos priva de tener otro tipo de acercamiento de estas enfermedadesal menos de mencionarlas en la vida cotidiana ya que también se han convertido en tabú.

2 Sontag, Susan, and Mario Muchnik. 1996. La Enfermedad Y Sus Metáforas Y El Sida Y Sus Metáforas,. Madrid: Santillana, Taurus. pag: 8-9


Sontag en una parte habla sobre cómo es que le damos nombre a las enfermedades y de cómo retoman conceptos pasados para asignarle un nombre a lo desconocido . También habla sobre como las enfermedades están relacionadas a las clases, por una parte la tuberculosis está relacionada a la clase baja, mientras que el cáncer llega afectar más a las clases acomodadas. Esta relación me hizo pensar en la posición del Covid 19 sobre el peso que tiene en las clases sociales (al menos por lo que he visto en las noticias). En un principio el Covid 19 afectó principal a la clase media alta y alta, ya que estos eran los que tenían mayor poder adquisitivo para poder viajar y tener mayor contacto con el exterior. Creo que el Coronavirus en estos momentos se relaciona más con las clases anteriormente mencionadas. Sin embargo, la enfermedad está acaparando otras clases sociales que no pueden llevar a cabo una cuarentena, por lo que la percepción de clases será distinta dependiendo de la posición que uno está viviendo en la cuarentena. Aún no logro comprender la percepción social que se tiene del Coronavirus, pero si tuviera que hacer una metáfora sobre ella diría que es una enfermedad solitaria, que nos aísla de los afectos físicos. Nos hace más individuales y antisociales. Nos privó de la vida exterior y solo nos dejó los recuerdos de un pasado caótico. También me significa un nuevo tipo de orden social y sistemático.

Por otra parte, se le tiene menos pavor que a las demás enfermedades. También es una enfermedad pasiva, que se puede llegar a confundir con una gripe, sin embargo, esta enfermedad daña tanto al cuerpo que deja rastros sobre el. Deja una huella que deteriora el cuerpo y que lo deja débil para futuras enfermedadesnos deja indefensosEl Covid 19 nos deja solos y desnudos al exterior.

ibíd.​​ pag: 10-14


Sontag también habla sobre como las enfermedades influenciaron en la moda. Habla del aspecto que tenían las personas con tuberculosis y del cómo por un tiempo esa enfermedad, a parte de representar la delicadeza y la sensibilidad, representaba que también la gente tendría que ser servicial ante los enfermos de tuberculosis, está enfermedad se empezó a romantizar y se empezaba a ver cómo un aspecto atractivo en las personas, ya que era sinónimo de distinción. Era una distinción que hacía a las personas "interesantes". Se le empezó a ver la otra cara de la moneda y se apropiaron de los defectos para embellecer a la gente que estuviera enferma de tuberculosis.

Fuente: https://www.yorokobu.es/tuberculosis-chic/

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Las enfermedades evolucionan , no solo de manera biológica, sino también su significado.

Para los griegos las enfermedades podían ser gratuitas o merecidas. Mientras que en religiones como la cristiana las enfermedades se relacionan al castigo por los pecados cometidos. También se tenía la idea de que las enfermedades son la "traición de la mente al cuerpo". Las enfermedades son relacionadas a cuestiones conductuales y sociales, a veces para darle la culpa al mismo individuo u a otros factores con explicaciones superficiales y sin fundamento que les asignan a las enfermedades incomprendidas.

Conclusión

Pienso que este texto que dedicó Sontag acerca de las enfermedades era una manera de aliviar a la gente que había sido juzgada por tener estas enfermedades. Era una manera de darle esperanza a los enfermos y darles el mensaje de que ellos no tenían la culpa de estar enfermos, ya que la sociedad no hizo el papel de apoyar sino de desanimar. Es una manera de luchar contra los prejuicios y dejar de catalogar el sufrimiento humano como un castigo de nuestras acciones.

Entiendo la postura de Sontag acerca de las enfermedades, pero difiero un poco en algunas cuestiones que menciona acerca de que las enfermedades no son un castigo. Relacionando esta idea con el Covid 19, en parte los contagios se dan debido a la irresponsabilidad social que se tiene para mantener a salvo a los demás. Tal vez el concepto o la idea del "castigo" este mal implementada y sea inadecuado, pero pienso que en parte la falta de empatía nos orilló a la situación actual en la que estamos.

Sin embargopienso que el significado e interpretación que le asignamos a ciertas enfermedades repercuten a la visibilidad de estasya que de alguna forma se evade el tema y no se le toma la importancia para poderlos afrontarPienso que cuando Sontag habla de la muerte silenciosaen parte habla de cómo se ignoran estas situacionesyal no ser dialogados y tratados uno cae en la incertidumbre del destinoTambién al no ser nombrada la enfermedaden el lenguaje se puede interpretar como algo inexistentepor lo tantoel sujeto que presenta cierta enfermedad se vuelve alguien inexistente o al menos solo se convierte en un número másAl menos esto lo veo con el Covid 19pienso que este virus se ha convertido en una generalización de las demás causas de muerteopacando así otro tipo de enfermedades como lo es la obesidadla hipertensiónla diabetesetc... Ahora la gente muere por la misma causa y se dejan de lado las demás.


4 Sontag, Susan, and Mario Muchnik. 1996. La Enfermedad Y Sus Metáforas Y El Sida Y Sus Metáforas,. Madrid: Santillana, Taurus. pag: 26-29





Bibliografía:

Sontag, Susan, and Mario Muchnik. 1996. La Enfermedad Y Sus Metáforas Y El Sida Y Sus Metáforas,. Madrid: Santillana, Taurus. 

 

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QUÈDATE EN CASA


VALERIA SIGLER CANTILLO
 

I. En vísperas de iniciar una nueva década, el día 29 de diciembre del año 2019, se 

detectó una extraña neumonía en cuatro individuos que venían de un mercado local en 

China -concretamente en la ciudad de Wuhan (provincia de Hubei)- infección 

posteriormente identificada como una “nueva” cepa de Coronavirus (causando síntomas 

semejantes a la gripe, neumonía y un choque séptico que puede conducir en algunos 

pacientes a la muerte) y que, para el día 11 de marzo del 2020, bajo el acrónimo de 

“Covid-19”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declararía como pandemia 

mundial. 

Hoy es 10 de abril del 2020, a poco más de un mes de estar en cuarentena para evitar 

contagiarme, no queda más remedio que empezar a encontrar pasatiempos que 

aminoren la ansiedad que el enclaustramiento tiende a provocar. En mi caso, entre las 

diversas actividades que han ocupado mis días, comencé a leer sobre la Modernidad

la Posmodernidad, tema que me resulta muy interesante, pues me permite entender el 

desarrollo del pensamiento de forma paralela a la sociedad y colectividad...Y no 

termino de encontrar semejanzas entre los tiempos otrora definidos en numerales y la 

era que transcurre ante mis ojos, que se me muestra como poco más que una 

amalgama de los que le precedieron. Para poder entender, me es preciso hacer un 

breve recuento de cada uno de estos periodos, sus características y como éstas se 

manifiestan de una u otra forma, en esta pandemia por Coronavirus y sobretodo, la 

respuesta social ante ella. 

II. Modernidad 

La modernidad comienza en el siglo XV en occidente. Fue un modelo cultural, social y 

filosófico que llegó a desplazar el pensamiento mágico, el modelo feudal y la teocracia. 

En el Renacimiento, Dios deja de ser el centro y sentido último de la vida, para abrir 

paso al Hombre, la ciencia, y al sujeto cartesiano que piensa y crea. La razón y la 

palabra, que antaño se conjuntaron en -logos- esta forma de comunicación que permitió 

la lengua hablada y escrita- y que cimentaría las bases sociales para la imprenta con 

Gutenberg y nuestra cultura bibliográfica, y que contribuiría a la democratización del 

conocimiento más allá de las universidades eclesiásticas y la escuela como invento de 

la modernidad como centro secular de educación a partir del modelo prusiano. 

Maquiavelo hacía referencia a que ya no se buscaba una divinidad; sino el poder de la 

voluntad racional, un pensamiento que remite a Kant y su postura del libre albedrío. La 

modernidad alcanzaría su clímax ideológico con la ilustración, que pretendía ordenar la 

sociedad a partir de la razón, el legalismo y los principios liberales; cuyo modelo de 

vida sería posteriormente revisado y criticado en distintos frentes sociales y filosóficos 

como la escuela crítica, el psicoanálisis, la escuela de Frankfurt y el marxismo. 

Otros puntos fundamentales en la modernidad son: la persuasión a través de la 

argumentación racional, la profundidad o lo consistente, ya sea en ideas, costumbres 

o sentimientos; otro rasgo idiomático de la modernidad es la atribución de la 

permanencia como una cualidad de bueno, así como una confianza desmedida en el 

poder deductivo de la razón y la capacidad desveladora del entendimiento humano. 

De este periodo del pensamiento debemos la idea (inspirada en parte por las 

matemáticas, la física, la química) de una verdad absoluta y demostrable. Dicha 

concepción de la verdad implicaba que existía un binomio necesario de verdad y 

falsedad en todas las cosas, y que, con ayuda de la razón, era posible intuir y discernir 

el uno del otro en los distintos aspectos de la existencia. Así fue que, de la dicotomía 

epistemológica verdadero-falso, la verdad del mundo fue extrapolada a la fórmula 

binaria bueno- malo de la moral, anunciando así, la renovación de la búsqueda por una 

moral universal, asequible al razonamiento humano. Occidente se conduciría bajo 

dicha premisa absolutista durante más de 4 siglos, lo que terminó desembocando en el 

etnocentrismo europeo desaforado que terminaría arraigándose profundamente en la 

cosmovisión del viejo continente. El conflicto latente entre los arquetipos de la cultura 

oriental y occidental, vería en Hegel al expositor más acabado de la dinámica histórica 

de la Modernidad, al otorgar a la dialéctica el peldaño más alto de jerarquía 

metafísica: la verdad última de la realidad, (“lo otro en lo mismo”), entender el futuro 

desde el presente y el presente visto a través del pasado. 

Para la modernidad el estado tenía un deber: prometer seguridad social, laboral, 

urbana, etc. a través de una relación de poder. En la modernidad se pensaba en un 

ideal de ciudadano que fuera trabajador pero al mismo tiempo como Foucault pensaba, 

tuviera libertad como valor y derecho, esta libertad y la idea de la libertad en sí (que era 

casi inexistente) es un concepto profundamente moderno. La idea de progreso es 

sumamente moderna también, especialmente desde el advenimiento del positivismo. 

Con la expansión constante y exponencial del conocimiento, y la sectorización de los 

saberes, gracias a y por medio de las universidades, la sociedad se volvería 

disciplinaria. Ese sentimiento iba aunado a no vivir el presente sino pensar en el gran 

futuro que con voluntad colectiva podrá ser la utopía que las sociedades deseaban 

(hablando de occidente); en otras palabras, el valor del ser humano no estaba en su 

presente sino en su aporte al colectivo tendido hacia el futuro 

Todo como miel hasta que a mediados del siglo XX comenzó a flaquear el modelo 

modernista. La razón y la trascendencia a la que se aspiraban sólo ya no aparecían 

como el fin en sí mismo sino como herramientas. El siglo XX abriría con crisis tras crisis, 

haciendo patentes las grietas del modelo moderno, y desgajándose hasta dejar tan sólo 

un esqueleto, sobre el cual se vislumbraría un nuevo modelo, no por medio de la 

emulación sino de la revisión crítica. La primera guerra mundial, la crisis de 1930, la 

segunda guerra mundial y la bomba atómica, son solo algunos ejemplos de los 

estertores últimos de la Modernidad que tuvo que dar pasó a la posmodernidad. 

Posmodernidad 

Al contrario de todo lo que era el modernismo o pretendía ser y las consecuencias que 

trajo consigo, la posmodernidad buscaba establecer como punto focal a la persona

su mundo interior. De igual forma se desplaza a la razón y se abre paso al deseo y el 

placer de la persona lo que resulta en seres personalistas y narcisistas. Al ser el 

“principio del placer” la razón última de las acciones pro-activas del individuo, se tenía 

esta urgencia por vivir el presente, cada instante como único y solo importa el ahora, 

es decir, el futuro deja de ser una meta o un tiempo con una existencia semi-real, se 

convierte en no-ser, no-existencia, por lo tanto toda semblanza de proyecto o una 

narración queda suspendida en un in-escapable presente perfecto. 

La política que se generó en la modernidad es sustituida por una gestión, pues hay una 

fragmentación en el tejido social que, consecuentemente hace emerger muchas 

individualidades, lo cual al mismo tiempo genera una competencia con agentes de 

hiper consumo como en un modelo Neoliberal, que solo quiere más y más volviendo 

al individuo un consumidor y adquiriendo su valor en cuanto a su consumo. En está 

ética del consumo el valor que adquirimos es superficial porque mientras más 

tenemos más importantes somos para el ordenador social que es el mercado. Por lo 

tanto, la política se vuelve gestión de consumidores, sólo reconocibles entre sí por 

su asociación al margen de ventas global. 

Internamente se retornó al nomadismo, y al gregarismo externo, disociando al sujeto en 

2 polaridades antagónicas; se dejara de ver la cualidad de permanencia como un valor 

primordial y ahora será el aislamiento el que tendrá valor y para ello se necesita que no 

haya interferencia y a eso se le da el valor de belleza, aquello liso y pulido, que seduce 

y que entra y sale sin problema, lo efímero, Gilles Lipovetsky diría “lo novedoso y 

ligero”. 

Cada persona posmoderna tendría una ética personal, lo que dejaría que hubiera 

muchas verdades y no solo una (como en la modernidad), y para esto se requería un 

sistema regulación y drenaje de opiniones, al que se le llamó tolerancia, es decir, limar 

las asperezas de la verdad factual, volviéndola suave, multiforme y chiclosa, o sea: 

consenso, la vecindad de la epistemología. 

Estas exigencias de la persona posmoderna se verían traducidas en un exceso en la 

libertad, incertidumbre y una persona que antepondría el “sí” ante el “no”(o sea, 

un idiota); un sociedad rebelde por ser rebelde- y si todos son rebeldes nadie es 

rebelde y fastidiada del fastidio: porque la contracultura se volvió cultura, la vanguardia 

institución y lo profano costumbre. Una sociedad cansada antes de la carrera

rendida ante los tiempos. 

Lo anteriormente mencionado tiene como propósito marcar los puntos claves en cada 

pensamiento y dar contexto para al mismo tiempo identificar cuáles de estos puntos se 

están presentando en la situación específica del COVID-19 en acciones del cotidiano, 

debido a que hay acciones tan marcadas que no se pueden ignorar y son sujeto de 

análisis para generar una comparativa entre la modernidad, la posmodernidad y la 

situación contemporánea del COVID-19 para mostrar la permanencia de ideas 

anteriores en tiempos que nos son cercanos. 

III. Enfermedad por Coronavirus 

Pareciera ser que el discurso respecto a este nuevo tipo de COVID-19 no fuera 

unilateral, pues cada uno de los países o incluso comunidades a lo largo del mundo 

tiene a su científico, médico o especialista de confianza para tomar una postura 

respecto a esta nueva pandemia (de nuevo, la bendita pluralidad de la verdad). 

Algunos comentan que será algo que podremos vencer en un plazo de dos meses (tal 

es el caso de Estados Unidos), otros que esto será algo que podría alargarse (como lo 

piensa Francia) y luego nos encontramos nosotros en México, país donde a veces no 

tenemos una conciencia para sistematizar la información que nos brinda el estado y 

esto porque muchas veces nos han persuadido de una cosa como cortina de humo en 

función de otra que beneficie a algunos peces gordos. Existe este conflicto entre si será 

verdad o no esta nueva enfermedad, en si lavarnos las manos más de diez veces al día 

será lo correcto, si el guardarnos en nuestros hogares a menos que sea de suma 

importancia salir será lo más adecuado y por supuesto si las cifras de muertos, 

infectados y fallecidos es verdad. Ante está resiliencia que permea las mentes 

mexicanas, intento informarme a través de distintas fuentes y la que encuentro más 

verídica es la de mi propia experiencia. 

Estos días en cuarentena me han permitido vivir más cada momento que comparto con 

mis hermanos, pues cuando cada uno empieza su camino y crea su propia forma de 

pensamiento es más difícil poder hacer cosas a la cercanía. Sin embrago, esto también 

tiene dificultades, estar cinco personas durante tres meses sin poder salir en casa y 

siendo jóvenes/adolescentes es aún más difícil. Pensar en el otro es algo indispensable 

pues al compartir un mismo espacio las circunstancias te obligan a no poderte aislar o 

ser individualista. 

El lugar donde vivimos está lleno de gente consiente pero también de gente snob que 

realiza compras de pánico sin control dejando los anaqueles de despensa vacios,por 

ello en sus demás compras ya no pueden llevarse más de tres productos. No piensan 

en las demás personas o en cómo incluso para ellos en un futuro ya no habrá productos 

básicos o de higiene para comprar. 

La incongruencia en el pensamiento sigue y sigue, la gente teme ir a donar sangre que 

se necesita en los bancos de sangre por miedo a contagio pero si aprovechan la 

situación para distraerse. Exigen al gobierno que proteja a sus ciudadanos pero en 

cuanto ponen medidas de seguridad hay un rechazo visceral absoluto. 

Podría continuar hablando de lo que todos ya hemos escuchado de esta pandemia, 

pero no estaría exponiendo mi situación más inmediata y que me siento responsable de 

evidenciar. 

Mi mamá, trabajadora del Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, digamos 

que muchos de mis días se rigen en función al horario de ella, pues comemos juntas y 

tomamos el café después de ello. 

Se ha rendido homenaje a doctores y enfermeras pero, ¿qué hay de todo ese personal 

que hace que los pacientes puedan llegar a ser atendidos por los anteriormente 

mencionados?, esta pandemia se está conteniendo con un equipo de empleados y 

trabajadores de todas índoles. Mi mamá siendo miembro del área de trabajo social y del 

cuerpo administrativo; organiza las citas, tiene el primer contacto con los pacientes (aun 

así no cotizan en base a el código de alto, mediano y bajo riesgo), registra a los 

pacientes que llegan con COVID-19 en el sistema, además de orientar a todo aquel 

perdido con cualquier duda que pueda llegar a tener. 

Tiene que ir todos los días a trabajar y a veces regresa a casa ansiosa de saber 

cuántos pacientes recibió en terapia intensiva por covid-19 y al prender a las noticias 

saber que la cifra de muertos “es” menor a la realidad. Quizá está práctica de ocultar 

cifras de contagios y decesos sea consensuada y aparentemente transparente, pero no 

es más que evitar el pánico, “lo que es mejor para la población”. Ella tiene un deber 

para que todos podamos permanecer a salvo. 

Estamos en una incertidumbre mundial que solo siguiendo las indicaciones podemos 

mejorar, quizá no haciendo lo recomendado para pasar estos días en casa sino lo que 

nazca hacer. 

Hay un progreso en un concepto olvidado pero sus consecuencias continúan porque se 

reprime e intenta olvidar este pasado pero no comprenderlo y hasta que se logre 

comprender evitara que se repita. 

Si algo me ha hecho reflexionar en esta situación tan peculiar al leer de tiempos ya 

pasados es que, en la soledad de nuestra casa, constreñidos a 4 paredes que 

escuchan y “aislados” del mundo exterior, uno tiene que confrontar una interrogativa 

áspera: ¿Por qué nos resulta ya tan incómodo convivir con otro ser humano por 

tiempos extendidos de tiempo? ¿Por qué es que tener tiempo para hacer tantas cosas, 

virtual, manual, o corporalmente es un inconveniente? ¿Por qué la falta de horarios es 

un problema? ¿Por qué nos resulta tan incómodo estar con nosotros mismos a solas? 

¿Qué dice esto de nosotros colectivamente? ¿Es que acaso nos hemos 

desacostumbrado a la libertad, al yo? Después de todo, la Rata-Topo se vuelve albina 

por carencia de sol. 

Pienso que mucha gente es sociable: ama conocer a nuevas personas, nuevas 

experiencias; pero, no puedo evitar tener una sospecha que me aterra al escuchar los 

sollozos múltiples de la gente por estar en casa solos, en familia y sobre todo, consigo 

mismos. 

Pienso que hay mucha gente sociable... dicen que la miseria ama la compañía. 




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Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” 

Ximena Román López

Seminario de Teoría

INHALA Y EXHALA 

El respiro pandémico

Hace unos cuantos días , bastante tiempo después del anuncio del inicio de la cuarentena en la Ciudad de México, mi madre y yo nos topamos con un documental, en uno de esos típicos canales de temática histórica y conspirativa (un gusto profundo intrafamiliar), en donde, a pesar de su corta duración, tuvimos la fortuna de entender un poco más la definición extra-biológica de la pandemia provocada por la Peste Negra. En aquellos siglos el “enemigo invisible” era imparable, el individuo europeo fue convirtiéndose poco a poco en un portador de la misma enfermedad, mutando incluso hasta convertir a las víctimas de la virulenta enfermedad en arma biológica contra reinos odiados. También comprendimos que este evento fue la clave de un cambio paradigmático drástico de la sociedad y estructura medieval del viejo continente, así como el tiempo que les llevó (200 años y más) encontrar “la cura”. La información que arrojó el documental en cuestión hace referencia a la conciencia del cuerpo como un espacio, como hábitat que se desarrolla conforme a las decisiones convertidas en actos, y que sólo entre los huéspedes ocurre la co-existencia de “un otro”, un “malestar”, una “epidemia”.

Entendimos, extra documental, que el tiempo conocido se estaba extinguiendo, que la programación televisiva estaba evolucionando conforme al contexto, construcción y demanda social, que el televisor ya no es solamente una simple caja de información masiva icónica y simbólica, eso es lo que por un lado se categorizaría como profecía a un próximo desastre, o la oportunidad de poder analizar, entender y comprender la individualidad en una era de extrema información, de violencia a la privacidad y su influencia en las Neo-estructuras de una nueva etapa de la humanidad como lo es la posmodernidad.

Con base a la información del párrafo anterior, es importante plantearnos preguntas que se relacionan con la comunicación colectiva y su contemporáneo narcisismo hiper-individual que el hombre moderno posee: ¿Quién es más importante?, ¿Soy yo o la gente que necesita trabajar en el exterior para asegurar su comida del día? ¿Quién es el verdadero culpable? ¿De

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dónde proviene la decadencia de la productividad en el hogar?, o, ¿será que el humano se ha transformado en un mero cuerpo hiper-sensitivo sin algún propósito?, ¿La tecnología será aliado o enemigo? ¿La epidemia realmente existe más allá de su estado biológico? Si la mayoría está en sus hogares, ¿Quién es jefe o empleado? ¿Qué diferencia existirá con las jerarquías de poder? Todavía habrá mucho de dónde extraer esta información, porque a diferencia de los libros de historia, que incitan a un “Había una vez...”, vivimos en el aquí y el ahora de los hechos del cuento o novela hacia un futuro incierto.

ASPECTOS POSMODERNOS

Para poder entender un poco el propósito de este análisis es importante incluir en la mayoría de las frases, así como sus sinónimos, la palabra “posmodernidad” y su orígenes así como desarrollo en la actualidad.

Entendemos la etapas de la humanidad a partir de rupturas provocadas por el individuo; la Edad Media por ejemplo, se basó íntimamente en su relación con la fe y la religión, mientras que la Modernidad (padre de la posmodernidad) fue el inicio de la expansión de la palabra, de la acción, de la interactividad y el pensamiento meramente individual a partir de los movimientos sociales de la época. Todo esto fue un enorme impulso al porvenir del futuro y sus medios de progreso (Revoluciones, Tecnología, Economía masiva) donde el hombre de la razón nació; el ideal del trabajo se volvió cada vez más serio así como la verdadera toma de conciencia de las consecuencias de ello (mano de obra barata, jerarquización laboral, expansión de negocios hacia empresas, etcétera).

Sin embargo, los tiempos cambian, la sociedad como fiel ciervo de la temporalidad inminente busca nuevas formas de adaptación a lo que ellos mismos crearon y poco a poco va adquiriendo nuevos encuadres de lo sublime. Esto sucede cuando la fugacidad del tiempo provoca un cambio radical en la cotidianidad del individuo, solamente cuando pensar en el presente como un todo –olvidando el pasado y siendo indiferente al futuro– brinda un significado; en donde el aquí y el ahora es fundamental, así como contemplar la presencia de un cuerpo y reconocerse como un ser único es fundamental. Fue cuando a todas estas actitudes se colocaron en la caja de Pandora de los paradigmas: la Posmodernidad.

El avance científico-tecnológico, evidentemente actual de la raza humana, ha llegado a abarcar la mayor parte del territorio social e incluso individual, donde el saber técnico es considerado vagamente como el verdadero saber y el verdadero conocimiento. Es crucial pues, entender la diferencia actual del saber y su poderío: un grupo de poder establece una verdad, sin embargo ésta no es absoluta sino solamente aceptada colectivamente –un grupo de expertos

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en un tema o estudiosos del mismo–, y transmitida y controlada desde el lenguaje. Como expresó Michael Foucault: [...] los discursos o ciertas cosas las veamos completamente normales son, en definitiva un constructo. Discurso, cualquier cosa dicha o escrita, son pertenecientes a saberes específicos.

Ahora bien, si la verdad que pensamos es absoluta pero es transmitida por otros, hablamos meramente de un constructo, ¿cuál sería la verdad posmoderna? Es completamente arbitraria. Como ya se ha mencionado antes, la hiper-individualidad-sensitiva que la caracteriza causa un desbordamiento de verdades, un mar de opiniones y visiones que posiblemente jamás vuelvan a unirse sin la condición de una verdad de poderío: manifiestos, organizaciones independientes, marchas en las cuales casi ninguna se independiza de la era tecnológica. Si es posible encontrar una línea directa de la imagen de poderío tecnológico con el confinamiento mundial contemporáneo a este análisis, ese es por supuesto las redes sociales. Miles de personas conectadas online dan origen a una Neo-realidad y verdad cibernética de lo que Foucault llamó la Fiesta del pensamiento: grupos de Facebook o Twitter que están a favor o en contra de algo, como un protesta no tangible, posibles disputas a partir de la palabra anónima, o próximos movimientos organizados. Estamos cada vez más conscientes de nuestra naturaleza como ente social y la importancia de la palabra como creadora de realidades individuales, y en cuestión de unos segundos poder ser parte nuevamente de un grupo.

EL CUERPO

Como una característica de la posmodernidad, la fugacidad, y muchas veces el poco análisis del contexto social en un sistema de verdades manejadas desde el poder, provoca el tiempo de lo superficial y el espacio ideal para modelar una realidad específica, esto porque presenta situaciones paradójicas en la sociedad. Por un lado tenemos al confinamiento del humano en sus hogares, donde no pueden comunicarse con nadie persona a persona, por el otro lado la tecnología del ciberespacio, la Neo-realidad, puede –pero no en su totalidad– satisfacer esas necesidades biológicas de interacción. La acción y el pensamiento paradójico es la manera en como esta necesidad se transforma en nostalgia: buscando el abrazo de un ser querido, la sociabilización en momentos de ocio (fiestas, reuniones, visitas, eco) o del cotidiano hábito obligado (escuela, oficinas), cuando desde ya hacía algún tiempo existía una queja repetitiva e infinita acerca de este aspecto de la vida cotidiana. Es una paradoja del espacio habitado y su carga emocional, como si el Apocalipsis fuera mental; es una catástrofe global de índole emocional. El cuerpo confinado se ha visto como una simple vasija que ya no funciona como máscara de realidades ocultas, sino como un frasco de vidrio que expone estos oscuros

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secretos de la condición humana. El cuerpo puede sobrevivir con sus nutrientes, así pues, se convirtió en una mascota a la cual hay que alimentar, pero la interiorización es el verdadero debate individual, sin ningún espejo exterior. Las memorias de esos reflejos en muchas ocasiones provocan efectos emocionales negativos, la auto-flagelación o el intento de un impulso al progreso personal.

Sin embargo, el sufrimiento humano seguirá estando presente ante los huecos que el sistema moderno, ya oxidado y caduco, presenta desde la política y la economía (paradigmas universales). Gran parte de la población tiene que trabajar en el exterior para poder subsistir en sus hogares, mientras que otros tienen la posibilidad de entrar en el eterno “espacio ideal”, con los alimentos necesarios para poder, coloquialmente llamarlo, “sobrevivir” a la cuarentena. Es importante conectar estas dos ideas en varios puntos desde un pensamiento posmoderno:

La idea de un sobrevivir a partir del estancamiento espacial

Tenemos bastante claro que desde los tiempos de las cavernas, el término sobrevivir es la resistencia a la muerte a causa de factores externos. Los hombres primitivos buscaban su comida, cazaban a su presa arriesgándose a los peligros del exterior para encontrar el alimento que les brindaría la seguridad de permanecer vivos. Sin embargo parece que esa jungla, elemento externo para cubrir nuestra necesidad alimentaria y representación de los peligros del ecosistema, ya no son enormes árboles o venenos naturales sino es el hogar. La mente del humano posmoderno contemporáneo busca la necesidad del movimiento, del instante continuo. El miedo al pasado y al futuro efímero conlleva a que la experiencia de ver una y otra vez las mismos espacios físicos y estar en condición de cavernario nuevamente, provoca una primitiva memoria y el término sobrevivir es el timbre de una conciencia subestimada: sobrevivir a una casa sucia, sobrevivir a ver tu pared blanca, sobrevivir a los trastes sucios, sobrevivir al constante reparo mental, sobrevivir a la inocencia, sobrevivir al tiempo del presente universal, sobrevivir a nuestras percepciones, sobrevivir a nosotros mismos.

La cárcel

Sin embargo la acción vuelve a ser constante para que al final, se convierta en un ciclo sistemático individual. La protección de uno mismo sobre nosotros mismos transforma el espacio en una especie de cárcel; sean paredes blancas o azules, sean platos sucios o limpios, la acción como armadura es una de las grandes crisis de la mente posmoderna, como si fuera una fórmula general: el tiempo estancado, la acción meramente física da como resultado una conciencia en conflicto. Es como si el mundo hubiese quedado mudo, sin rotación y

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movimiento para que diésemos un tiempo de nuestro interior polvoriento. A lo mejor es tiempo de limpiar la casa íntima.

¿Quién es privilegiado y quién es esclavo?

Todo tiene un sistema, una serie de pasos que deben llevarse a cabo para poder crear un resultado que al mismo tiempo sea el inicio. El cuerpo es un sistema, la mente es un sistema, la política tiene uno, cada individuo, prosiguiendo con está lógica está compuesto por un sistema, su sistema, su universo, su mundo. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, la ignorancia de la función mental, física y emocional de ese sistema individual propone la forma de una vida de victimización personal; esto quiere decir, que ante las necesidades de un cuerpo (amor, cariño, atención) buscamos la solución en el exterior. Si la victimización, (que carece de total importancia cuando la abundancia ya está hecha –refiriéndose pues a un hogar, comida, seres queridos con buena salud, un cuerpo físico para seguir en funcionamiento, etc.–), gana ante todo lo demás, es un estilo de vida de “esclavo del querer”, un querer que sobrepasa la necesidad física, es un consecutivo capricho, un requisito de la sociedad de cambio constante sin la noción del funcionamiento de su propia máquina social. Uno se convierte en privilegiado material y esclavo mental al mismo tiempo. La riqueza y la pobreza son términos ambiguos frente a la economía, desde una perspectiva distinta a la de los antiguos paradigmas; ya no es solamente el tener dinero o trabajar en fábrica o ser empresario, es el hecho de que nuestra actitud, nuestros valores, entre otros, determinan (tanto individualmente como colectivamente) nuestra condición como humanos en abundancia o simples entes de carne y hueso exacerbados de emociones primitivas e incontrolables.

Al estar consciente de que somos máquinas de nuestra metodología, sabremos nuestros privilegios y nuestras pobrezas, al igual de que sabremos en qué momento se desarrollan, cómo nacen y en dónde ocurren, ésta es una enorme herramienta para el conocimiento interpersonal, en especial en la soledad.

REALISMO DEL COLAPSO MODERNO

Durante las décadas de los 70, 80 y 90, ocurrió una serie de atentados terroristas a partir de bombas enviadas por medio del correo en Estados Unidos. El autor, Theodore John Kaczynski decide, al mismo tiempo que manda sus letales cartas, crear un manifiesto eco- anárquico criticando y analizando el cambio de era y el próximo ocaso del Modernismo. Su idea principal habla de “impulsos humanos ante un sistema sin control” donde la tecnología prontamente será el enemigo sin precedentes de la raza humana; es por ello que él, convencido

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de su intelecto y su metodología matemática y estricta, llevó a cabo los atentados hacia los sectores de la población que promocionan la tecnología, la evolución de la tecnología y mega- compañías de poder. Sin embargo, en este caso, la anarquía desde la violencia en tiempos de cuarentena no funciona al pie de sus reglas, pero una mente específica, en un espacio determinado crea realidades: de cambio, de progreso, de ayuda, de soporte o servicio.

La cuarentena, como muchos piensan y creen, es parte del sistema con un específico paradigma actual posmoderno, pero el utilizarlo desde la mutación de un virus, modifica el ejercicio de una persona, de una comunidad, de todo el globo terráqueo. Una constante metamorfosis del individualismo egoísta utilizado como herramienta de gran potencial durante y después de la pandemia.

El coronavirus (COVID-19) es solo un diminuto factor que pone en evidencia la situación mundial de la humanidad y todos sus recursos, y la total obligación de establecer un cambio inminente; es la evidencia de un quiebre paradigmático que solamente puede durar unos cuántos años. El presente es efímero, pequeño e inocente, al igual que nosotros. Nuestro trabajo es aquí y ahora.

Fuentes de información:

La Sociedad Industrial y su Futuro (Manifiesto de Theodore John Kaczynski “Unabomber”)

https://sindominio.net/ecotopia/textos/unabomber.html

“Cultura Posmoderna” (Video de Claudio Álvarez Terán) https://www.youtube.com/watch?v=NmAbTg9V2i8

Michel Foucault - “Cultura para principiantes de Canal Encuentro” https://www.youtube.com/watch?v=oLBYJJONvGY

Paul B. Preciado Artículo “Aprendiendo del virus” (El País, 20 de Marzo de 2020) Jean-François Lyotard La Condición Posmoderna” (Madrid,1987) pp. 4 - 10

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ESCUELA NACIONAL DE PINTURA, ESCULTURA Y GRABADO 
“La Esmeralda”
Seminario de Teoría

Ximena Román López

LA DIVERSIÓN ETERNA

Durante la cuarentena, estar en el mismo espacio, a un tiempo que parece no avanzar a nuestro gusto, ser obligados a vivir una específica temporalidad puede ser agotador. Para los extrovertidos un total infierno, para los introvertidos unas prolonga- das vacaciones, y los mixtos entran en crisis fácilmente. Sin embargo, muchos individuos recomiendan que es “momento perfecto de nuestra vida para la introspección dura y disciplinaria, la relajación mental y la oportunidad de nuestras virtudes y cualidades” y, efectivamente, puede llegar a ser un discurso muy positivista para la realidad de muchos otros que necesitan trabajar y salir a espacios públicos para subsistir. Pero más importante aún, después ese trabajo, después de la actividad ardua o no, el des- canso es innato a la condición humana, una necesidad que, al parecer, se ha transformado a algo que es mucho más importante que el positivismo del pensamiento y el alma dentro de un sistema tan joven pero tan rápido como es el nuevo orden mundial del paradigma postmodernista. 

La maquinación del trabajo dentro o fuera de nuestras casas, conlleva también a la maquinación del descanso. Una acción requiere un des- canso, una actividad conlleva un entretenimiento de igual masa o más.

El aburrimiento y el cansancio actual llega a parecer una extrema flojera, más allá de lo necesario e indispensable, el reposo está encadenado al espacio del relajación infinita, de la monotonía y su constante mutación a lo parece ser un nuevo aspecto de la naturaleza del humano (que ya veía transformándose desde el inicio de la década del 2010): la pereza de la vasija y su contenido.

Ahora bien, estamos en una etapa de la humanidad del descanso selectivo, del entretenimiento masivo que acompaña la relación físico y mental de cada individuo. ¿A qué me refiero con selectividad? Esta condición del productivismo y la flojera extremista adquieren importancia y relevancia al contacto del entretenimiento personal.

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Los medios de comunicación masivos otorgan un catálogo de géneros, espectáculos de diversos formatos y presentación, y, tras su larga lectura y análisis de gustos generalizados el contenido varía. Esta individualización del gusto proyectado en entretenimiento junto con el extremismo de la pereza da como resultado muchas variantes de la forma en cómo vemos la distracción. No es lo mismo ver un streaming en vivo de 4 horas a un video ya grabado días antes con una duración de máximo 20 minutos. Ver una película en la televisión o en Netflix es una decisión selectiva de la naturaleza del humano posmoderno. Escuchar en la radio tu estación favorita equivale a lo que pue- de ser el podcast en Internet de otra persona.

La idea de una biodiversidad tecnológica, el neo-bioma artificial ayuda a com- prender que el fenómeno del descanso infinito y desproporcionado y sus gustos hiper-sensibilizados optimizados para el individuo correcto. Un análisis de esta evolución constante del contenido de entretenimiento de masas otorga una visión del control del poder adquisitivo del gusto a través de la tecnología, sus significados individuales, culturales y sociales, incrementando el significado de la globalización del mundo postmoderno y su obligado cambio paradigmático tras el contexto de la pandemia y la cuarentena.

En este texto, además de tocar temas como los ya dichos anteriormente, agregaré anécdotas personales con relación a la invasión audio-visual del entretenimiento del descanso y cómo han afectado en mi cotidianidad y los hábitos en el hogar y continuidad laboral.

¿OCIO = GANANCIAS?

La importancia del trabajo arduo y digno ha cambiado en los últimos veinte años, la perspectiva de lo que muchos pensaban que era “ganarse la vida ha base sudor” para los jóvenes talento son discursos oxidados de veteranos de la producción capitalista temprana. El neoliberalismo ofrece el miedo del ocaso del capitalismo: la libertad (narcisismo) laboral, el dueño y el límite es uno mismo. Aquí la importancia del trabajo radica en el tiempo de acción, la desaparición del otro actúa de forma audaz a causa de la uniformidad con la que se hacen las cosas: hago, reviso, tomo mi tiempo, me preparo, realizo y termino. Sin embargo, recordemos que así como la Tecnología avanza (paradigma más joven en la estructura humana) sus aspectos socio-laborales- culturales también se modifican. 

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El trabajo ha cambiado de significación pero no de jerarquización. Al igual que la burguesía del siglo XIX, el mínimo de acción implica mayor reputación social, es una estructura construida de la necesidad de un órgano de control. Si bien en la actualidad no los grados de proletariado y burguesía se han difuminado cada vez más, es cierto que hoy en día existen “de trabajo a trabajos”, ¿qué quiere decir? Para ello es necesario un contexto histórico-social-tecnológico para llegar a esta conclusión.

A principios de los años 90, el internet era considerado como un pequeño gran invento de los visionarios tecnológicos que pensaban que con cariño y determinación se lograría algo con inmenso potencial, aún cuando este artefacto tecnológico venía desarrollándose después de la Segunda Guerra Mundial. Ya se había visto referencias de una red invisible de inter comunicación masiva en películas de ciencia ficción (Star Wars, Star Trek, 2001 Odisea en el Espacio, Blade Runner, etcétera). Estas hipótesis cinematográficas sólo representaron la punta del iceberg de la verdadera energía de este elemento que en nuestros días es sustancial.

Sabemos por experiencia que el internet noventero era lento, pobre y catalogado como mero entretenimiento de los que no pueden hacer mucho pero que, poco a poco, el internet decidió aliarse con la Tecnología como compañero de sus descubrimientos: almacenación de datos, publicidad, artículos. No era necesario materia física para conocer, no era obligatorio salir y buscar a lo que nos preguntamos, un simple clic de carga resolvía la existencia de la duda.

La no-existencia física, la no-movilidad, la no-acción conceden nuevas oportunidades de creación de contenido, ocio, diversión, trabajo: de contenido a la infinita información de sabios, de no tan sabios, de experiencias y de objetividades; de ocio a la selectividad del contenido dirigido al gusto individual; de diversión al contento y satisfacción de las expectativas del ocio; de trabajo para aprovechar el ocio y crear más ocio como nueva forma de cultura de consumo tecnológico. Este movimiento de simple entretenimiento a como trabajo laboral formal sucedió tan rápidamente que todavía no sabemos cómo se originó, pero que se hizo evidente desde el 2008: Youtubers.

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Regresando a la frase “hay de trabajos a trabajos” entendemos ya no como la diferencia entre un carpintero y un empresario, es de alguien que trabaja físicamente y el que trabaja en internet. La significación cambia radicalmente, el YouTuber que nació, se formó y construye el entretenimiento audiovisual de una parte del internet es el cómo. Tras este fenómeno, la diáspora de los devotos de su propio gusto provoca la economía de la monetización virtual: el pago a los ahora denominados creadores de entretenimiento para que su producción y visitas mejoren con varias condiciones de la plataforma como uso de lenguaje o integración de comerciales. Es un trabajo muy bien pagado pero altamente demandado. La base del labor cibernético es el gusto convertido en deber. La obligación no es armar un carro en una fábrica o construir materialmente, es el mantener a tu público a gusto y conforme. A este paso, la jerarquización del internet laboral del ocio será cada vez más evidente (los pros y los noobs, es decir, los experimentados y los principiantes).

EL ROLEPLAY Y LA MÁSCARA

El aburrimiento profundo, el exceso del descanso eterno, el libre albedrío del gusto virtual y la repetición de la información de la diversión muchas veces aturde a la gente. Vivimos en el sistema del segundo tras segundo, de la actualización automática, es bastante obvio que los estímulos e impulsos de lo creativo e innovador también necesitan salir de su celda. Ahora bien, entendemos que el internet es una telaraña que conecta realidades (experiencias, anécdotas, opiniones, puntos de vista, historias, subjetivismo, objetivismo, personajes). Esto quiere decir que la red virtual es un puente extremadamente importante para los creadores de contenido: los inventores de existencias. Aquellos que deciden concebir una realidad que, en un principio puede parecer independiente a sus personalidades y esencias individuales, ellos mismos validan y le dan el peso necesario para ser considerado como otro ente más en el mundo.

Desde principios del internet globalizado entendemos el “nickname” como el seudónimo de los escritores anónimos, una doble personalidad que ayuda al creador tridimensional a pasar desparecido en el mar de nombres reales o no, cubriendo y resguardando su información personal.

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Ellos, también denominados como cibernautas tienen el poder y la total libertad de decir lo que en carne no podrían, de hacer lo que sus valores les impiden, o solamente ser lo más honestos con ellos y con los demás. Sitios como 4chan o Reddit han sobrevivido gracias a esta interacción de este tipo de usuarios, sin embargo, el hecho de que nadie realmente conozca al individuo detrás de la red social, le da oportunidad de crear más seudónimos, un multitasking personali- zado, ser Dios por un momento y controlar, manipular, guiar estos pequeños inventos para interactuar por la red intocable. Volvemos nuevamente a la muerte del autor de Barthes; esta regla entra acción cuando el Dios tridimensional (nosotros) no habla, pero el personaje creado da la palabra en el internet.

Estos ahora denominados personajes que tienen vida propia, interactúan con sus semejantes, de su mismo grupo, y de este modo nace el Roleplay, sistema de comunicación muchas veces virtual donde el personaje interpretado se le es concedido un papel en un grupo de su semejanza. No es lo mismo pertenecer a un roleplay de bandas de rock a un grupo de anime o de cómics, esta adaptación del personaje es sumamente importante ya que es la forma en cómo se va a desenvolver el mismo en este entorno. La diversión empieza con la interacción de los integrantes, saben que tienen una vida más allá del internet, de la computadora, pero su personaje es pieza del teatro de máscaras. No cuestionan sus valores, sus intereses, lo sustancial es la identidad del ser creado, no del creador.

EL PORNO, LA MUERTE DEL AMOR

Profundizando el neo-aspecto humano cibernético actual, los intereses de la selectividad del ocio conllevan también a la necesidad de lo espontáneo. Lo carnal de nuestros instintos se mueve a través de la mente, de las emociones, del cuerpo, del celular, de la computadora, de la pantalla, del internet, del buscador, y de los resultados. El hambre de saciar los impulsos individuales en ese preciso momento y su deseo por complacerlo y saciarlo transgrede el concepto del tiempo, de la curiosidad, del cariño y del amor. La pornografía, la empresa virtual de entretenimiento sistemático por excelencia y popularidad, crea el efecto de la placer irreflexivo, la domesticación del gozo y del amor, aniquila la sexualidad, el mero cuerpo actúa en su estado más físico y evidente profanación del ser y su espacio único.


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Lo esencial no es saber cómo se siente el otro, es qué es el otro, cómo funciona, y cómo se representa en la realidad virtual. El camino de la curiosidad queda desvanecido a la total exposición de absolutamente todos los elementos que se encuentran en cámara y su comunicación erótica. Esta condición erótica radica en el misterio de la materia oculta (a propósito) y que se busca explorar, sin embargo, el porno, junto con todas sus posibilidades de penetración, extermina el secreto, poco a poco engulle esa cortina fina de vouyerismo para exponer sin escrúpulos la mera verdad. La inocencia de la fantasía se destruye y con ella la posibilidad de imaginación.

Por otro lado, los actores que interpretan al personaje sexualizado son objetos de lucro y de placer para el gusto del observador virtual. Sus nombres son adjetivos para que, en cualquier momento, del gusto personal pueda encontrar más resultado en los buscadores cibernéticos. Son maniquíes con órganos que muchas veces no se les otorga voz humana sino de máquina que tiene solamente un trabajo: complacer al no- existente. Pero más interesante que el saber la definición de la pornografía es su in- creíble capacidad de lectura social. Desde la mitad del siglo pasado, tras la revolución de la diversidad sexual, el entretenimiento pornográfico ya no era solamente heterosexual, la compañía del placer extremo busca, como es de suponerse de cualquier mega- empresa, el interés, la atención y el consumo de sus clientes. El entretenimiento vuelve a ser selectivo pero ahora desde una rama plenamente natural del ser humano. Hasta nuestros días esto prevalece, los distintos géneros de la sexualidad objetividad son infinitos, inclusive algunos de ellos bastante cuestionados que puedan atentar con la ética. Ahora el porno no sólo profana el erotismo, transgrede el amor, atenta con la ética. Esto quiere decir que para el entretenimiento deben existir límites y reglas que validan la dignidad del que aparece y actúa en pantalla, provocando la obligada eliminación de aquellos de violan la normativa de las páginas. Nuevamente queda comprobado que internet es la realidad de realidades, donde copia el plano tridimensional en aspectos jurídicos.

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En la actualidad, el movimiento pausado, la lentitud, la repetición suena bastante obstinados, pero es necesario entender que el presente presencial, es decir, parte de nuestra introspección personal y colectiva del momento (aquí y ahora), busca la constante consciencia de estas mismas acciones de la actualidad inmediata. El internet almacena cualquier dato que se le inserte, y esto conlleva a que este medio ahora no tan invisible contenga pasado presente y futuro (la historia, el ahora y las expectativas), algo que no se había visto antes en la historia de humanidad. Millones de historias, millones de universos están englobados en la red y quizás jamás desaparezcan.

El entretenimiento es parte del contenido mental innato de cada individuo que, efectivamente, no es plenamente porque finalmente es capaz de ser explotado y distribuido a cualquier parte del mundo globalizado, aún así, lo disfrutamos, lo gozamos y lo seguimos teniendo presente en el descanso después del trabajo.


FUENTES DE INFORMACIÓN

• Byung-Chul Han. (2012) La Agonía del Eros. EpubGratis.Org. Recuperado de https://filoymas.files.wordpress.com/2015/04/la-agonc3ada-de-eros.pdf

• Byung-Chul Han. (2012) La sociedad del cansancio. anahuac.com Editorial Herder. Recuperado de https://www.anahuac.mx/mexico/biblioteca/sites/default/files/inli- ne-files/lectura10_0.pdf

• Byung-Chul Han. (2014) Psicopolítica. Barcelona. Editorial Herber

• Franco Berardi, Bifo. (2003) La fábrica de la infelicidad Nuevas formas de trabajo y movimiento global. Editorial traficantes de sueños.

• Franco Berardi Bifo, (2020). La crónica de Bifo desde el confinamiento italiano: la epidemia psíquica, la parálisis relaciona y el deseo de abrazar.

• Slavoj Zizek, Jorge Alemán, César Rendueles. (2008) Arte, ideología y capitalismo. Madrid. Fundación Casa Pintada Museo Cristóbal Gabarrón.

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